Venezuela recibe el primer cargamento de la vacuna rusa contra la Covid-19 para sus pruebas finales

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Trabajadores del Ministerio de Salud de Rusia bajan las cajas climatizadas contentivas de las vacunas contra la Covid-19 en el principal aeropuerto de Venezuela / VTV.
Las dosis serán suministradas a 2.000 voluntarios en Caracas para luego proceder a distribuir las vacunas en todo el país, en caso de que tenga éxito y genere inmunidad por dos años. Una nueva estrategia geopolítica de Rusia en Venezuela contra EE UU. 
Venezuela recibe el primer cargamento de la vacuna rusa contra la Covid-19 para sus pruebas finales

Una crisis biológica, sanitaria y humanitaria, la tercera más grave de la historia de la humanidad, se ha convertido en un verdadero ajedrez geopolítico. Precisamente, el tablero donde una de las tres superpotencias que controlan el sistema capitalista, industrial y militar global, es decir, que mueven los hilos del orden mundial, ha decidido que su tablero es el país más inestable de América y el que actualmente sufre una de las crisis económicas-sociales más devastadoras del mundo: Venezuela.

Y es que el Gobierno (de facto) de Venezuela ha anunciado este viernes, 2 de octubre, la llegada al país del primer cargamento de las vacunas creadas por Rusia contra la Covid-19. Las dosis traídas hoy en un vuelo directo desde Moscú serán suministradas a 2.000 personas en la capital venezolana, Caracas, quienes serán los voluntarios de la fase 3 de ensayos clínicos, la última etapa del proceso de investigación, desarrollo y aprobación del antiviral para que posteriormente sea distribuida por el régimen de Nicolás Maduro a toda la población venezolana. 


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Venezuela se convierte así en el primer país de América y de todo el hemisferio occidental del planeta en recibir una vacuna experimental contra el coronavirus. Sin embargo, este antídoto no ha sido aprobado ni avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que el 11 de agosto informó de que todavía no tiene prueba ni evidencia científica de que la vacuna rusa sea eficaz en brindar inmunidad ante el SARS-CoV-2, el nuevo tipo de coronavirus que produce la enfermedad de la Covid-19.

Desde el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de la ciudad de Maiquetía (el principal del país), en el estado de Vargas (región centro-norte costera del país), el ministro de Salud, Carlos Alvarado, y la vicepresidenta del régimen venezolano, Delcy Rodríguez, informaron de que ya tienen escogido al equipo de investigación que “le hará el seguimiento a la vacuna en Venezuela”. La vacuna rusa fue bautizada por el presidente de ese país, Vladimir Putin, con el nombre Sputnik-V, en honor al satélite Sputnik I lanzado al espacio por la Unión Soviética en la carrera aeroespacial contra EE UU en 1951.

“Es una vacuna que busca una inmunidad duradera, se habla de dos años, es una vacuna segura basada en adenovirus humanos”, dijo Rodríguez en una alocución desde La Guaira, situada en plena costa venezolana con el Mar Caribe.

Los cabos sueltos de la Sputnik-V

No obstante, la capacidad de generación de anticuerpos de esta vacuna es menor que las desarrolladas por la farmacéutica estadounidense Moderna y la británica AstraZeneca, que también se encuentran en ensayos clínicos de fase 3, aunque con ciertas demoras técnicas por efectos secundarios, pero con avances muy importantes que podrían tener 100 millones de dosis listas de cada para el primer trimestre de 2021.

“No solamente participarán en los ensayos clínicos, sino que se garantizará el suministro seguro y la producción del antídoto en el territorio nacional”, explicó la vicepresidenta (de facto) de Venezuela.

No se descarta que, una vez terminadas las pruebas en la capital, el Gobierno de Maduro inicie un proceso de distribución en los otros 23 estados a través del Ministerio de Salud, el Ministerio del Interior y la Guardia Nacional para su supervisión logística, pues todos los ámbitos institucionales del país están totalmente militarizados por el control del férreo aparato de poder del régimen chavista.

Por su parte, el ministro de Salud, Carlos Alvarado, agradeció “la cooperación recibida desde el gigante europeo con insumos y equipamiento de protección”.

Esta movida de Moscú es una evidente estrategia para socavar la expansión de la diplomacia comercial y financiera con la que Washington buscará introducir su oferta de vacunas en aras de crear un mercado emergente en su región más cercana, Latinoamérica, y también a nivel global. 

“Este mes iniciaremos en la ciudad capital (Caracas) la fase de ensayo clínico que corresponde. Venezuela fue incluido con 2 mil voluntarios”, dijo durante un acto transmitido por la televisora estatal junto al canciller del régimen, Jorge Arreaza, y el embajador de Rusia en Venezuela, Sergúei Melik-Bagdasarov.

La estrategia de Rusia en Venezuela con su vacuna anticovid

Por lo tanto, si esa potencia mundial tiene éxito en el suministro de su vacuna en Venezuela, podría posicionarse como una especie de nueva ‘potencia sanitaria’ que se articule con la OMS y China, uno de sus aliados clave, para crear un nuevo orden global de influencias que conecten a los mercados emergentes y a las economías pujantes de todo el mundo con Moscú y Pekín, lo que inclinaría la balanza del poder global a favor de esos dos gigantes comunistas reduciendo la influencia de Estados Unidos. 

La autoridad sanitaria venezolana explicó que “las inyecciones serán suministradas en primer lugar a un grupo en Caracas”. Hasta ahora, el único efecto secundario que posee la vacuna rusa es fiebre, dicho por el propio presidente Vladimir Putin, quien aseguró que su hija recibió una dosis del antiviral y tan solo presentó “un poco de fiebre a 41 grados y luego le bajó a 38”.

Aun así, esta vacuna ha sido percibida con escepticismo e incredulidad por la mayoría de la comunidad internacional. De hecho, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no ha mostrado su apoyo a esta ni a ninguna vacuna que no haya sido verificada previamente por la OMS.

No obstante, a principios de agosto, la prestigiosa revista médica británica The Lancet publicó un estudio que indicaba que “los resultados preliminares de los ensayos clínicos de la vacuna no habían arrojado efectos adversos”, además de destacar que “la Sputnik V genera anticuerpos contra el coronavirus”.

Posibles efectos de la vacuna en el país

Por lo tanto, se espera que no cause efectos colaterales en los venezolanos, pero tampoco se descarta el riesgo de que un eventual brote de consecuencias físicas de la vacuna genere presión en el ya colapsado sistema de salud del país, no por la pandemia, sino por años de falta de inversión por parte de los gobiernos de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro.

Rusia anunció que está reclutando a 40.000 voluntarios para la tercera fase de análisis clínicos de Sputnik V, cuyos resultados se conocerán entre octubre y noviembre, tras lo cual la vacuna rusa sería suministrada a la población local y extranjera.

En este punto se iniciaría un nuevo programa sanitario-humanitario global de Rusia junto con la OMS para adaptar el Fondo COVAX a la logística del país y distribuir la vacuna de forma gratuita a los países pobres y de menos ingresos situados en la órbita de influencia rusa, para luego enviar los cargamentos a Asia y América Latina. Una pandemia histórica ya es también un juego de poder de dimensiones planetarias para las potencias que buscan controlar la forma en que se mueven la economía y la dinámica global. @mundiario

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