Trump insiste en que está preparado para gobernar cuatro años más los EE UU

Trump planea liderar una alianza contra China /Twitter.
Trump lanza confesiones sobre su vida como presidente de EE UU. /Twitter.
El presidente estadounidense se confiesa sobre varios aspectos de su vida en la Casa Blanca en una entrevista. Ha dicho que aumentará el gasto militar, rebajará impuestos, eliminará normas, reforzará la frontera y nombrará jueces conservadores. También cargó contra China y sus críticos. 
Trump insiste en que está preparado para gobernar cuatro años más los EE UU

Hace cuatro años nadie creía que Donald Trump iba a ser el presidente de Estados Unidos. Su carta de presentación: un magnate multimillonario que buscaba golpear al establishment norteamericano. Y lo logró al derrotar inesperadamente a Hillary Clinton, la carta demócrata que tenía -casi segura- la victoria en las elecciones según todas las encuestas del país. Pero como en la política, y el fútbol, nada está dicho, este personaje que apela a un discurso nacionalista captó el descontento de un amplio sector de la población que le concedió su voto en las urnas.

Cuatro años después, la figura de Trump se encuentra desgastada por su manejo de la pandemia del coronavirus, pero aún mantiene su tono polémico cuando se trata de hablar sin filtros sobre lo que ha sido su vida como el inquilino del Despacho Oval de la Casa Blanca. Allí donde ha tomado varias decisiones y librado duras batallas políticas. En una entrevista desglosada por el The New York Times, el mandatario republicano ha ratificado que no se siente derrotado y, por el contrario, insiste en que puede mejorar las cosas de aquí al 2024. 

“Yo soy el único que puede arreglar esto”, ha dicho Trump. “Me siento bien. Creo que estoy mejor que hace cuatro años”, agregó. Cuando se le pregunta en qué cambiaría si obtiene un segundo mandato, la respuesta no sorprende para nada. “Creo que sería parecido”, avisó. El presidente enumeró una lista de las cosas que ha hecho y las que seguiría haciendo de ser reelegido, como aumentar el gasto militar, rebajar impuestos, eliminar normas, reforzar la frontera y nombrar jueces conservadores.

“Pero esto es lo que pienso; creo que sería; creo que sería muy, muy; creo que tendríamos algo muy, muy sólido; continuaríamos lo que estamos haciendo; consolidaríamos lo que hemos hecho, y tenemos otras cosas en la agenda que queremos hacer”, enfatizó el mandatario, quien, además, rechazó su imagen de presidente vago y obsesionado por la televisión. “Todo lo contrario”, dijo. “No veo mucha televisión. Nadie sabe a qué me dedico. En realidad, trabajo muchas horas, muchas horas, seguramente más que cualquier otra persona. Y, sobre todo, creo que soy muy eficaz”.

Si Trump consigue la victoria el 3 de noviembre, posiblemente  su agenda esté marcada en gran medida por fuerzas externas. Se enfrenta a tres crisis que están golpeando simultáneamente Estados Unidos: la pandemia, que aún mata aproximadamente a mil personas diarias, la desaceleración económica derivada de ella, que la semana pasada llevó al paro a otro millón de personas, y el malestar creado por una serie de incidentes de disparos de agentes de policía contra afroamericanos, el más reciente en Kenosha, Wisconsin.

Según el Times, "Trump se ha negado a adaptarse al cargo de presidente y ha hecho que se adapte a él. Cuando llegó, sus jornadas en el Despacho Oval empezaban hacia las nueve de la mañana, pero entonces se quejó de que trabajaba 12 horas al día y era “demasiado”. Así que los encargados de su agenda la cambiaron para que su primera reunión no suela empezar nunca antes de las 11, de forma que por la mañana puede ver la televisión y hacer llamadas desde su residencia".

Por este estilo de Trump, añade el rotativo norteamericano, "sus colaboradores se sienten frustrados cuando, a veces, no aparece hasta las 11.30 o incluso más tarde. Pero él tiene escaso respeto por los horarios y puede convertir una reunión de 15 minutos en una sesión de 45. Cuando está harto, golpea la mesa con las manos abiertas dos veces, para indicar que ha terminado". En esta práctica, el presidente puede sorprender cuando llama espontáneamente a sus amigos, a congresistas o a personajes a los que acaba de ver en Fox News, la cadena que sintoniza con religiosidad y donde lo han tratado, en cierta forma, bien.

Trump es un político que le gusta rotar a los que forman parte de su entorno. Por eso, el Times recuerda que "ha pasado por cuatro jefes de Gabinete, cuatro consejeros de Seguridad Nacional y cuatro secretarios de prensa en menos de cuatro años". Dentro de las personas que han trabajado con el presidente, su ex consejero de seguridad, John Bolton, publicó un libro sobre su experiencia en la Casa Blanca al lado del republicano que aspira a la reelección. 

“Creo que sobre todo las personas. No habría recurrido a determinadas personas”, respondió el mandatario cuando se le pregunta por las acciones que toman sus excolaboradores una vez que dejan Washington. “Hay personas a veces que uno cree que van a ser estupendas y resultan terribles, y a veces uno piensa que van a ser terribles y resultan buenas”. Y en esa crítica del mandatario no se escapa integrantes de su propia familia. Un ejemplo de ello fue que su sobrina Mary Trump ha escrito un libro demoledor sobre él y ha hecho públicas unas grabaciones secretas de la hermana del presidente, Maryanne Trump Barry, en las que dice que es un hombre “sin principios” y un “mentiroso”.

“Fue muy triste, es un momento triste”, dijo. “Pero qué se le va a hacer”. De acuerdo al Times, Trump sigue convencido de que China es la responsable de la pandemia del coronavirus. Sin embargo, cita del rotativo, el presidente "se habría asegurado de que Estados Unidos tuviera más reservas de material médico, pero no expresó ningún arrepentimiento por quitar importancia al virus e insistió en que su empeño en abrir todo en primavera era acertado, pese a la catarata de muertes que se produjo a continuación". “Creo que fue una buena decisión, no hay más que ver cómo está subiendo nuestra economía”, dijo.

Trump considera dos hechos claves, y duros, durante su Administración: cuando le iniciaron un juicio político en el Congreso por su presunta influencia sobre el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, para que investigará los negocios del hijo de Joe Biden y la vez que el veterano y desaparecido senador republicano John McCain emitió el voto crucial que impidió que se revocara el plan de sanidad del expresidente Barack Obama. Con estos hechos, el magnate, dice el Times, comprendió su instancia en la Casa Blanca era más complicada de lo que pensaba. 

“Es más difícil porque tengo dos tareas”, dice, ser presidente y “defenderme constantemente de un grupo de histéricos que están completamente..., que se han vuelto completamente locos”. A pesar de ello, Trump no rehuye a la carrera electoral que, sin duda, se pondrá más candente en las próximas semanas en Estados Unidos. @mundiario

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