Trump dice que podría “voltear” la elección en tres semanas: “Nunca apuesten contra mí”

Donald Trump, expresidente de EE UU. / Archivo.
El presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump / NBC.
Esta declaración implica que el mandatario se mantiene atrincherado en una posición que lo coloca en una suerte de desafío al sistema electoral, al sistema judicial y al sistema político estadounidense. 
Trump dice que podría “voltear” la elección en tres semanas: “Nunca apuesten contra mí”

Contra cualquier obstáculo o mecanismo del sistema democrático e institucional estadounidense, el presidente saliente Donald Trump busca cambiar la correlación de fuerzas en un proceso que está respaldado por los organismos de inteligencia, la legitimidad popular y la comunidad internacional. El republicano pretende ir en contra de todo eso, aunque implique prolongar la agonía política del país hasta el extremo de generar un bloqueo constitucional alterando los resultados con sus demandas legales, pero es virtualmente imposible que eso ocurra, pues la falta de pruebas y las matemáticas no favorecen a Trump cuando ya el 99% de los votos han sido contados. 

Y es que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a agitar la matriz de la opinión pública y el conglomerado de medios de comunicación que da a Joe Biden como ganador al asegurar que podría “voltear las cosas” en “dos o tres semanas probablemente”.

Un reporte del diario Washington Examiner publicó este viernes el fragmento de una entrevista realizada a Trump, que plantea lo siguiente: “Cuando le pregunté a Trump (el periodista de ese medio) qué tan rápido podría voltear las cosas, él dijo: ‘No lo sé. Probablemente sea en dos o tres semanas’. El presidente cerró de una buena forma muy natural con una advertencia a todos los que le han dicho que no hay esperanza: ‘Nunca apuestan contra mí’”, reseñó hoy la cadena NBC News.

Esta declaración implica que el mandatario se mantiene atrincherado en una posición que lo coloca en una suerte de desafío al sistema electoral, al sistema judicial y al sistema político, pues el primero está matemáticamente confirmado a favor de Biden, el segundo rechazó dos de sus demandas para suspender el conteo de votos y el tercero está alineado con la entrante presidencia de Biden debido a que la deriva antidemocrática de Trump al no aceptar su derrota está creando mucha tensión, fragmentación y descontento en el Partido Republicano, sumido en una evidente crisis de liderazgo y representación. 

De hecho, en la misma entrevista, Trump llegó a afirmar (también sin pruebas) que ganará en Wisconsin, Arizona y Georgia. Sin embargo, en esos tres estados ya se confirmó la victoria de Biden, especialmente en los dos últimos, donde se proyectó la ventaja matemática irreversible a favor del presidente electo este viernes. 

Aunque Trump insiste en la tesis de que se emitieron más de 600.000 papeletas ilegales en Pensilvania, no ha mostrado evidencia sólida sobre esa denuncia ante la Corte Suprema de ese estado y mucho menos ante la Corte Suprema de Justicia de EE UU. Su abogado de confianza, el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, tampoco ha tomado acción para probar esa denuncia ante la justicia.

Entonces, mientras no existan esas pruebas, el presidente no podrá revertir la victoria de Biden en el estado de Pensilvania y lograr que se le revoque su fuero como presidente electo, dado que ya posee reconocimiento nacional, internacional y por parte de un amplio sector de los republicanos; bases suficientes para revestir de legitimidad al demócrata en el proceso de transición que ya transcurre hasta el 20 de enero 2021, fecha en la que Biden tomará juramento constitucional y posesión como el nuevo presidente en funciones de la mayor potencia mundial hasta 2025. @mundiario 

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