Los tribunales rechazan las primeras demandas de Trump para frenar el conteo de votos

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Funcionarios electorales en un centro de conteo de papeletas de votación en Lansing, Michigan (EE UU) / El País.
El presidente también ha presentado demandas para suspender la cuenta en Pensilvania y Georgia, así como un reconteo en Wisconsin, este último no se ha pronunciado, pero podría ser proclive a seguir la tendencia legal de Michigan y dejar a Trump en un callejón sin salida, en términos jurídicos. 
Los tribunales rechazan las primeras demandas de Trump para frenar el conteo de votos

En un hito histórico y con un lejano precedente de hace 20 años, las elecciones presidenciales de Estados Unidos mezclarán la política, la dinámica social de expectativa y la justicia. De hecho, esa es la estrategia del todavía presidente Donald Trump; judicializar el proceso electoral, pero el Estado de derecho y la robustez de la separación de poderes de la democracia norteamericana podrían poner un muro de contención a los intereses del mandatario conservador y ultranacionalista. 

Y es que luego de que el candidato republicano Donald Trump advirtiera de que va a llevar el conteo de votos a instancias judiciales, su estrategia legal parece diluirse con el paso de unas horas cruciales en las que los argumentos jurídicos de su equipo no muestran robustez, solidez ni validez para impugnar procesos que hasta ahora no revisten ni un ápice de ilegalidad, pese a que el propio Trump alegue -sin pruebas- que hay un fraude en curso con las papeletas de votación.


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La plataforma de la que se sostiene Trump para amarrar algún tipo de ventaja o ganar tiempo en los dos estados que le quedan a su favor, Pensilvania y Arizona, es presionar por un reconteo en esos territorios, pero también llevó a su equipo legal a impugnar el escrutinio en Michigan y Wisconsin. Sin embargo, el presidente ya sufrió su primer revés judicial.

Y es que la justicia ya ha rechazado el pedido presidencial de reinicio del conteo de papeletas en Michigan. Un juez estatal ha denegado el recurso de impugnación que el equipo de Trump interpuso en esa instancia para lograr un ajuste matemático que excluya los votos que, según el republicano, fueron escritos erróneamente junto a los votos adelantados que faltan por confirmar, aunque tampoco presentó evidencia de esa acusación. El resultado: un NO rotundo en ese estado donde Biden lleva una ventaja del 2%.

El presidente también ha presentado demandas para suspender la cuenta en Pensilvania y Georgia, así como un reconteo en Wisconsin. En el primero, el gobernador Tom Wolf ha dicho que el pedido de Trump es “simplemente equivocado”, lo que si bien no le da injerencia para suspender judicialmente el conteo en Pensilvania, sí podría influir en la decisión del juez de la Corte Suprema de ese estado para rechazar también la demanda de Trump tal y como lo hizo el magistrado principal de Michigan.

En Georgia todavía se mantiene activo el conteo, pero el secretario de estado de ese territorio ha anunciado que el proceso no se detendrá, lo que le dejaría la puerta cerrada al republicano tanto en Pensilvania como en esa entidad. Entonces, solo quedaría el recurso judicial del presidente en Wisconsin, que no se ha pronunciado, pero podría ser proclive a seguir la tendencia legal de los tres estados anteriores y dejar a Trump en un callejón sin salida, en términos jurídicos. 

En el plano netamente electoral, donde la justicia no debería inmiscuirse si Trump aceptase su derrota -cosa que no prevé hacer-, Biden aventaja en un punto a su rival en Nevada (casi 11.500 sufragios), que no está en la mira de los abogados del presidente, por lo que la tendencia de ese estado se aproxima a un triunfo del demócrata que Trump podría no frenar. 

La contienda en Pensilvania está más abierta, donde el demócrata ha recortado paulatinamente la distancia hasta colocarse a 1,7 puntos de Trump con el 92% escrutado, por lo que si Biden remonta en ese estado, ganará 20 votos electorales y le daría el jaque mate a Trump con 273 (el mínimo para obtener la presidencia son 270). El campo de batalla está en una parcela reducida, pero es la única queda para que la última movida de Biden pueda encasillar a Trump matemáticamente.

Donald Trump habló desde la Casa Blanca, de la que no ha salido desde que se celebraron las elecciones, e insistió en sus denuncias de fraude sin ofrecer evidencias. "Si cuentas los votos legales, fácilmente gano. Si cuentas los ilegales, nos van a tratar de robar", afirmó. En su intervención ante la prensa, el presidente lamentó la gran cantidad de voto por correo que ha ido a parar a los demócratas e insinuó que son sistemas controlados por ese partido y que usan a su favor, pero no ofreció ninguna prueba de ello. "Nuestro objetivo es defender la integridad de la elección", afirmó.@mundiario 

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