La toma de Lima: la marcha de manifestantes que exige la dimisión de la presidenta del Perú

Manifestantes abordan autobuses para la toma de Lima en Perú. / RR.SS.
Manifestantes abordan autobuses para la toma de Lima en Perú. / RR.SS.

La llegada de manifestantes de distintas regiones del país hasta la capital preocupa al Gobierno de que ocurra un fuerte enfrentamiento con las fuerzas de seguridad.

La toma de Lima: la marcha de manifestantes que exige la dimisión de la presidenta del Perú

La llegada de manifestantes de distintas regiones del Perú mantiene en vilo al Gobierno. La Policía Nacional del Perú (PNP) y las Fuerzas Armadas resguardan el acceso al centro de la ciudad capital y a infraestructuras críticas para este jueves, en medio de un estado de emergencia que la presidenta Dina Boluarte espera que sirva para mantener el orden ante una inminente marcha de manifestantes, que exigen su dimisión, la disolución del Congreso y la convocatoria de elecciones inmediatas.

Mientras el Gobierno trata de mantener a raya la violenta ola de protestas desatada desde diciembre del año pasado, principalmente en el sur del país, diversos gremios y asociaciones civiles se han sumado a la marcha multitudinaria que pretende poner entre la espada y la pared a la presidenta. En la última semana diversos contingentes de manifestantes de todas partes del país han abordado autobuses para participar en La ‘toma de Lima’, que se espera que este jueves logre aglomerar a miles de opositores del Gobierno que sucede al del expresidente destituido, Pedro Castillo.

Los hechos de violencia no han cesado. A lo largo de la semana han tenido lugar nuevas concentraciones, más bloqueos de carreteras, enfrentamientos contra las fuerzas de seguridad, actos vandálicos e incluso el asalto a una de las universidades más importantes y prestigiosas del país. Cientos de manifestantes lograron ingresar por la fuerza en el campus de la Universidad Nacional Mayor San Marcos, después de que un grupo de alumnos pertenecientes a la Federación Universitaria de la institución se hiciera con el control de la puerta 3, para dejar entrar y alojar a los manifestantes que asisten a la toma de Lima.

La Defensoría del Pueblo ha confirmado dos nuevas muertes en la ciudad de Macusani, en la región de Puno, después de que un grupo de manifestantes allanaran e incendiaran la sede de la Fiscalía en la localidad, para después dirigirse hasta una comisaría de la Policía, donde atacaron con piedras a los agentes. La cifra de fallecidos en enfrentamientos y por accidentes de tránsito derivados de los bloqueos de carreteras ha aumentado a 51 víctimas mortales (50 civiles y un policía).

La marcha de los cuatro suyos

La manifestación de este jueves también pretende recordar a la multitud que consiguió desgastar al expresidente derechista Alberto Fujimori, en el año 2000, cuando grupos de izquierda y otras ideologías (como centro o derecha) dieron la Gran Marcha de los 4 Suyos en Perú para presionar al presidente después de declarar como un fraude electoral la tercera victoria consecutiva del mandatario, hoy encerrado en la misma cárcel en la que se encuentra Pedro Castillo. En el país también se ha referido a esta marcha con el mismo nombre que el de su predecesora, hace dos décadas.

Durante la ceremonia de apertura del año judicial del Tribunal Constitucional, la presidenta Boluarte se ha dirigido a los manifestantes, por lo que ha pedido que la jornada de este jueves se desarrolle en paz y sin enfrentamientos contra las fuerzas del orden. “No queremos más sangre. Han dicho que correrán ríos de sangre, no lo queremos. Basta, calma, sabemos que quieren tomar Lima, por todo lo que está saliendo, el 18 y el 19. Yo los llamo a tomar Lima, pero en calma y en paz, yo lo espero en la casa de gobierno para poder dialogar sobre las agendas sociales que tienen”, aseveró la mandataria.

En esa misma línea se han pronunciado altos cargos del Gobierno de Boluarte, como el ministro del Interior Vicente Romero, que ha pedido a los manifestantes que “cumplan la ley, las medidas de seguridad que se están adoptando, no queremos más muertes, más heridos, basta de sangre, basta de enlutar a las familias del Perú. Queremos un cambio en el país. El Perú es más grande que todas las pretensiones de cada uno”.

El Perú vive una turbulenta situación como no ha experimentado en mucho tiempo, todo después de que Castillo fracasara en un intento de autogolpe de Estado, con el que esperaba sortear la moción de vacancia que el Parlamento votaría en su contra en la sesión de ese mismo día. En su anuncio, el expresidente aseguró que pretendía disolver el Congreso ilegalmente, gobernar mediante decreto, convocar a una asamblea constituyente para reescribir la Carta Magna y “reordenar” el Poder Judicial. Tras esto, la vicepresidenta Boluarte asumió como jefa de Estado por sucesión constitucional, pero su administración se ha visto empañada por la ola de protestas de simpatizantes de Castillo que exige su dimisión. @mundiario

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