Los republicanos apelan al voto conservador y a la mano dura a favor de Trump

Mike Pence fue el orador principal de la tercera jornada republicana - AP
Mike Pence fue el orador principal de la tercera jornada republican. / AP
El vicepresidente Mike Pence, protagonista en la tercera jornada de la convención republicana, ha llamado a los electores religiosos a que apoyen la reelección de Trump en los comicios del 3 de noviembre para cerrarle el paso a la "izquierda radical", que representaría el demócrata Joe Biden. 
Los republicanos apelan al voto conservador y a la mano dura a favor de Trump

Los republicanos han hecho un llamado al votante de derecha religioso, clave en la victoria electoral de 2016, y han apelado al discurso de la mano dura. Desde el Fuerte McHenry en Baltimore, un lugar emblemático en la historia de Estados Unidos, por haber sido la fuente de inspiración para el himno nacional, el vicepresidente Mike Pence fue el encargado seguir con esta retórica durante su discurso en la tercera jornada de la Convención del Partido Republicano. Sin mayor novedad, Pence salió en defensa de la reelección del presidente Donald Trump y cargó contra el rival demócrata Joe Biden, quien podría dar el golpe en las elecciones del 3 de noviembre. 

“EE UU necesita cuatro años más de Trump en la Casa Blanca”, arrancó Pence. “Con la gratitud por la confianza que el presidente Trump depositó en mí, el apoyo del partido Republicano, y la gracia de Dios, acepto humildemente la nominación para servir como vicepresidente de los Estado Unidos”, agregó. El número dos de la Casa Blanca apeló a la ‘ley y el orden’ para poner fin a las protestas contra la violencia policial que en estos momentos está ocurriendo en Winsconsin y en otro lugares de EE UU.

“Apoyamos las manifestaciones, pero los saqueos no son derechos de manifestación y derribar estatuas no es libertad de expresión y a quien lo haga se le aplicará la ley”, apuntó. “La violencia debe parar, ya sea en Minneapolis, Portland o Kenosha. Nosotros impondremos la ‘ley y orden’ en todas las calles de este país para cada estadounidense de cualquier raza, credo o religión”, añadió. 

Pence no reconoció ningún problema de racismo en el país. Al contrario, el vicepresidente salió en defensa las fuerzas de seguridad, sometidas a duras críticas en este verano de movilizaciones históricas contra el racismo: “El presidente y yo sabemos que cada día que ustedes salen a trabajar ponen nuestras vidas por encima delante de las suyas. Con el presidente Trump, siempre apoyaremos a la policía y no vamos a reducir sus fondos ni ahora ni nunca”, dijo. También recordó al agente federal Dave Patrick Underwood, muerto el pasado mayo en California a manos presuntamente de un activista de extrema derecha.

Al estilo Trump, el vicepresidente no tuvo reparos en lanzar acusaciones contra Biden, quien lidera, por ahora, las preferencias electorales en el país. “La dura verdad es que no estarán seguros en los Estados Unidos de Joe Biden”, al quien Pence calificó como un “caballo de Troya de la izquierda radical”. Si se trata de continuar con ese dardo, el vicepresidente puede atraer el voto ideologizado sobre la base de creencias religiosas conservadoras y motivado por temas como la oposición al aborto.

La fiel asesora de Trump

En esta jornada también se presentó Kellyanne Conway, quien fue una de las colaboradoras más cercanas de Trump en la Casa Blanca. Conway, que asumió la jefatura de la campaña del presidnete poco antes de las elecciones de 2016, ayudándole con el voto femenino, se dirigió de nuevo a las mujeres, el electorado que según las encuestas el mandatario está perdiendo.

“Durante décadas, (Trump) ha elevado a las mujeres a puestos de responsabilidad en los negocios y en el Gobierno. Confía en nosotras y nos consulta, respeta nuestras opiniones e insiste en que estamos en pie de igualdad con los hombres”, dijo Conway. “El presidente Trump, me ayudó a romper una barrera en el mundo de la política al empoderarme para administrar su campaña hasta su éxito”, señaló. 

La convención republicana acabará este jueves con el discurso de Donald Trump desde la Casa Blanca. Este hecho resulta poco tradicional en un mandatario que aspira a la reelección en Estados Unidos. Sin embargo, para Trump parece poco o nada importarle. Se espera que en este cierre, el magnate resalte los logros de su gestión y responda a todos los ataques de la formula presidencial demócrata Joe Biden - Kamala Harris, así como los dichos del expresidente Barack Obama y de la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, a quien venció hace cuatro años. @mundiario

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