El relajo de EE UU sobre Venezuela y Cuba, una reacción poco oportuna para Biden

El presidente Joe Biden habla en la Cámara de Representantes. / Twitter
El presidente de EE UU, Joe Biden, habla en la Cámara de Representantes. / Twitter
Washington ha decidido acercarse a los gobiernos totalitarios de América, algo que no deja muy bien parado al demócrata tras la dura retórica que fijó Donald Trump.
El relajo de EE UU sobre Venezuela y Cuba, una reacción poco oportuna para Biden

Esta semana ha sido de decisiones interesantes por parte del Gobierno de EE UU. Primero anunció que aliviaría las sanciones para viajes y remesas que estaban contra Cuba y después llegaría el bombazo de que permitirá que se realizaran negociaciones con la petrolera estatal de Venezuela, PDVSA, en manos del gobierno chavista. Las medidas son limitadas y no significan que normalizarán las relaciones entre estos países, pero no han estado exentas de polémica.

Resulta interesante el giro de Washington en sus políticas contra estas naciones, en un momento en que se convertirá en el anfitrión de la próxima Cumbre de las Américas, que se celebrará en junio en Los Ángeles. Así, parece que el presidente Joe Bien busca distanciarse de lo que hizo Donald Trump durante su mandato, en el que impuso la mano dura contra los migrantes y lanzó significativas sanciones contra Venezuela y Cuba.

Reunión de las Américas

América cuenta con un panorama interesante con gobiernos de derecha e izquierda a los que se les ha hecho muy difícil convivir. El cónclave del próximo mes no ha iniciado y ya trae polémica debido a que la Casa Blanca no tiene intensión de invitar a los gobiernos totalitarios de Cuba, Venezuela y Nicaragua, algo que ha ocasionado que le presidente de México ponga en duda su asistencia.

Andrés Manuel López Obrador, presidente mexicano de ideología de izquierda, anunció que no asistirá a la reunión si EE UU no invita a los mencionados Ejecutivos. Desde que llegó al poder, López Obrador se ha limitado a permanecer neutral ante cualquier acontecimiento internacional que no involucre a México: no condenó la violación de derechos humanos en Nicaragua y Venezuela, además, se ha mostrado cercano al gobierno de Cuba y tampoco condenó la invasión a Ucrania. 

A las demandas de López Obrador se unió el presidente de Bolivia, Luis Arce, que también condicionó su asistencia a la de la aparición de los otros dignatarios. Por su parte, otros países que si asistirán como Honduras, Argentina o Chile también solicitaron que todos los países sean invitados. 

Ante esto, EE UU se limitó a indicar que la decisión sobre sus invitados aún no ha sido tomada y decidió abrir una vía de diálogo con el mandatario mexicano. Asimismo, Washington ha negado que el alivio de las sanciones tenga que ver con la cumbre, es más bien un giro de su política exterior. 

elecciones de mitad de periodo, claves

Sin embargo, parece poco probable que la Casa Blanca finalmente decida invitar a dichos países estando tan cerca las elecciones de mitad de periodo, que se celebrarán en noviembre. Acercarse a los mencionados gobiernos haría a Biden un personaje mucho menos popular, y afectaría duramente al Partido Demócrata. Los cambios realizados esta misma semana ya generaron varias críticas por parte de republicanos, pero también de los demócratas como Bob Menéndez, que preside el comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense.

El caso de Venezuela es especialmente llamativo. El alivio de las sanciones viene movido por la necesidad de buscar un nuevo vendedor de petróleo ahora que la invasión a Ucrania a dejado a Rusia ahogada de sanciones económicas que incluyen sus activos energéticos. El giro de postura de Washington respecto a Caracas está impulsado por la necesidad de conseguir las reservas petroleras, aunque el mismo gobierno estadounidense ha aclarado que cualquier avance en Venezuela estará condicionado al acercamiento del chavismo a la oposición a través de un diálogo. @mundiario

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