Las reformas al INSS abren la caja de Pandora en Nicaragua

Manifestantes nicaragüenses se enfrentan a agentes antimotines. / Twitter.
Manifestantes nicaragüenses se enfrentan a agentes antimotines. / Twitter.

El decreto presidencial ha implantado el caos en el país centroamericano, al que su propio mandatario intenta repeler a base de golpes.

Las reformas al INSS abren la caja de Pandora en Nicaragua

Daniel Ortega ha metido a Nicaragua a una espiral de protestas luego de que a media semana decretara una serie de reformas al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS). El proyecto presidencial despertó la indignación de diversos sectores de la sociedad, que desde la publicación del anuncio en La Gaceta han abarrotado las calles de todo el país como protesta al nuevo disparate del líder sandinista. "Literalmente no se ha dormido", explica Jennifer Martínez, residente de Chinandega, municipio de la costa pacífica del país.

Las protestas empezaron desde el miércoles por la tarde y, en pleno jueves, no parece que vayan a cesar pronto. Y eso pese a que Ortega lo ha intentado. En una maniobra que haría sentir orgulloso a Hugo Chávez, el presidente encargó la movilización de sus más fieles seguidores para que aplacaran las protestas a golpes con instrumentos que él mismo patrocinó. Estos actos vandálicos y de represión en Managua dejaron "al menos una docena de personas heridas, daños a la propiedad privada y robo, incluso, de una cámara de video y otra fotográfica por parte de las turbas de la Juventud Sandinista (la banda de jóvenes inadaptados que defienden al régimen) y pandilla de motorizados, que llegaron armados de tubos y garrotes", explica el diario local La Prensa.

 

Estas masivas manifestaciones han unido a diversos sectores de una sociedad que probablemente vive su primer auténtico alzamiento en años. Jubilados, empresarios y hasta estudiantes universitarios han unido fuerzas ante el sátrapa Ortega, a quien le reprochan que su medida no es digna de los lineamientos de César Sandino, hombre que da nombre a su partido (Frente Sandinista de Liberación Nacional). "Daniel, dictador, Sandino se avergüenza", gritaban estudiantes de la Universidad Centroamericada durante una movilización.

El Gobierno pasa de puntillas

Implantado el caos, como tanto le gusta a Ortega, el Gobierno de momento han decidido guardar votos de silencio. El Ejecutivo no se pronuncia al respecto desde la publicación de su grandiosa idea en el boletín oficial del Estado. En esto influye también la prensa nicaragüense, pues en ninguno de los portales consultados por MUNDIARIO aparece ninguna nota sobre el Gobierno o algún funcionario estatal.

Las reformas

Las cuestionadas reformas al INSS ya habían sido anticipadas por el Gobierno desde el lunes de esta semana, explica El País, pero no fue sino hasta el miércoles cuando se hicieron públicas. Estas modificaciones al sistema básicamente representan aumentos y recortes en cuotas para los ciudadanos pero sin tocar un solo centavo del presupuesto administrativo, es decir, lo que falta de dinero lo tendrán que pagar los ciudadanos de a pie mientras los directivos del instituto mantienen sus bolsillos intactos.

De acuerdo a El Nuevo Diario, estas reformas incluyen "un recorte del 5% a las pensiones de los trabajadores". De igual forma, "para el régimen de invalidez, vejez y muerte, el INSS establece para el empleador una cuota del 12% a partir del primero de julio, la cual subirá a 13% en enero de 2019 y al 13.5% en enero de 2020", explica el mismo medio. Bajo el mismo concepto, los trabajadores pagarán también un 4.75% desde el próximo 1 de julio.

En otro inciso el decreto presidencial dicta que "para los ministros de cualquier culto se impone una cotización del 17.6% para el régimen facultitativo integral y del 11.6% para el régimen facultativo de invalidez, vejez y muerte". A la vez, cada persona con un salario mayor a las mil córdobas (poco más de 32 dólares), deberán pagar 70 de ellas (2.25 dólares) al instituto, que cuenta con más de 900 mil cotizantes, según apunta El Nuevo Diario.

Pero probablemente la medida que ha abierto la Caja de Pandora fue la de las pensiones. El presidente no tuvo mejor idea para "sanar" la financiación de la institución que recortar las pensiones a jubilados en un 5%. Las pensiones, unas 290,000 apróximadamente, eran ya de por sí miserables, con todo y que trabajaron toda una vida para optar a este derecho, y con este nuevo recorte pierde todavía más valor, dejando el poder adquisitivo de los más ancianos casi en nada.

En pleno desastre, la escalada amenaza con precipitarse hasta niveles caóticos, justo la arena donde Ortega y sus huestes se sienten más a gusto. De momento, la prensa local confirma que universidades y colectivos bloquearán carreteras en las próximas horas llevando así esta ola expansiva a todos los rincones del país.

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