Pompeo descarta que EE UU negocie algún asunto con el régimen chavista
Estados Unidos ha vuelto a ratificar su negativa al diálogo con el chavismo. El Departamento de Estado informó este jueves de que no tiene ningún asunto a discutir con el dictador Nicolás Maduro, a menos de que ofrezca su salida del poder para restablecer la democracia en Venezuela, que ha sufre una crisis humanitaria desde el 2017.
“Absolutamente no”, respondió el secretario de Estado, Mike Pompeo, a la pregunta del senador republicano Marco Rubio durante una audiencia en el Congreso. “La política es no negociar con ellos nada que no sea su salida del poder”, añadió el número dos de Washington que, además, extendió su apoyo al mandatario interino Juan Guaidó.
La declaración de Pompeo tuvo respuesta en Venezuela. “Elliot Abrams... que está en cuarentena metido en su casa. Mi saludo a Elliot. Está pendiente la conversación. Ya me llegó tu mensaje, Elliot Abrams, ya sabes. De acuerdo con lo que me dices. Vamos pa’lante”, dijo Nicolás Maduro en su Twitter. Se refería a Elliot Abrams, enviado especial de la Casa Blanca a Venezuela.
Sin embargo, Elliott no tardó en desmentir la declaración del dictador. En un mensaje al periodista Álex Vásquez del medio estadounidense Bloomberg, Abrams expresó: “Esto es un chiste o desinformación. Estados Unidos no le envió ningún mensaje a Maduro, por fuera de nuestra declaración pública acerca de cómo la recuperación de Venezuela comenzará el día en que se vaya y estamos dispuestos a discutir los detalles de su partida”.
La decisión de EE UU al bloquear cualquier acercamiento con el chavismo se sustenta en que el régimen de Maduro ha mostrado sus intenciones de continuar profundizando su accionar autoritario. Lo hizo a través del Consejo Nacional Electoral (CNE) que, nombrado por el Tribunal Supremo de Justicia -también bajo el control de la dictadura- convocó para el 6 de diciembre la votación para elegir a los miembros de la Asamblea Nacional para el periodo 2021-2026.
A estas acciones se suman el ataque judicial al suspender las directivas de dos partidos opositores para reemplazarlas por cúpulas afines a Maduro. La idea es allanar el camino al chavismo para recuperar el control del Parlamento, donde la oposición tiene mayoría absoluta al haberla logrado en las elecciones de 2015. Si logra ese objetivo, entonces, pondría en marcha su siguiente plan que es desconocer a Guaidó como el presidente interino venezolano. @mundiario
