El “plan B”: miles de mexicanos protestan contra la reforma electoral de López Obrador

Marcha contra la reforma electoral de AMLO en el Zócalo de la CDMX. / RR.SS.
Marcha contra la reforma electoral de AMLO en el Zócalo de la CDMX. / RR.SS.
El Zócalo de la Ciudad de México ha concentrado a decenas de miles de manifestantes que rechazan la reducción del Instituto Nacional Electoral antes de las elecciones de 2024
El “plan B”: miles de mexicanos protestan contra la reforma electoral de López Obrador

“Mi voto no se toca”. Esa ha sido una de las consignas que han coreado los miles de manifestantes que llenaron el Zócalo de la Ciudad de México, en una multitudinaria protesta contra la polémica reforma electoral del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO), una propuesta que ha finalizado su trámite legislativo y promete reducir las competencias del ente comicial autónomo que organiza todas las elecciones en México.

Una de las plazas públicas más grandes de América Latina ha albergado a miles de ciudadanos, miembros de organizaciones civiles y opositores al Gobierno de AMLO ante el cambio de leyes electorales, conocido como el “Plan B”, que perjudica directamente al Instituto Nacional Electoral (INE) al acortar sus funciones y reducir su personal, supuestamente por motivos presupuestarios, pero que, según la oposición, perjudicaría gravemente el sistema democrático mexicano.  

Se trata de la segunda manifestación contra la reforma electoral en menos de cinco meses, pero a diferencia de la anterior, que estaba enfocada en llamar la atención del Congreso, esta concentración buscaba enviar un contundente mensaje a los 11 magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). El’ plan B’ ha sido finalmente aprobado por el Senado el miércoles de la semana pasada, ahora solo aguarda ser promulgado. Sin embargo, primero el Supremo debe resolver una pila de recursos interpuestos por detractores de la reforma.

Decenas de miles de personas se han volcado a una de las concentraciones más multitudinarias desde el inicio del sexenio de López Obrador, vestidas de rosa y blanco, los colores institucionales del INE. Pero el presidente, que habitualmente presume de tener un masivo apoyo, ha convocado su propia manifestación para contrarrestar los efectos de la oposición, para el 18 de marzo, una fecha que conmemora los 85 años desde la expropiación petrolera.

¿Qué cambios introduce la reforma electoral de López Obrador?

Ramón Cossío, exmagistrado del Supremo y orador principal de la concentración ha acusado al presidente mexicano de querer “apropiarse” el sistema electoral, y ha asegurado que confía en los ministros de la SCJN para impedir la promulgación de la reforma electoral Confiamos en ellos (los jueces), en su talante democrático, en la decisión que tomarán para preservar la vida democrática del país”, ha dicho el letrado.

Cossío también ha defendido a los magistrados del Supremo, a los que AMLO ha criticado duramente, y ha señalado que ocuparán un lugar muy importante para definir la historia democrática del país. “(En la Constitución) están los frenos y contrapesos para quienes ocupan temporalmente el Gobierno”, ha asegurado el exministro.

La aprobación de la reforma electoral reduce las competencias del INE, un instituto totalmente autónomo al que López Obrador vislumbra como una fuente de problemas presupuestarios. Para corregirlos, según ha afirmado, la reforma contempla un recorte de 300 juntas electorales en los 32 estados del país de 135 millones de habitantes, con unos 93 millones de votantes. Este cambio en la estructura territorial del organismo obligará a reducir el número de encargados en las oficinas estatales, lo que previsiblemente desacelerará la actualización y depuración del padrón electoral.

Con el ‘plan B’ también desaparece el personal encargado de capacitar a los jurados de votación y se limita la capacidad para monitorear la propaganda electoral en radio y televisión. Los detractores de la reforma aseguran que la realización de estas modificaciones fracturaría las instituciones democráticas de México, abriría la puerta a procesos electorales más opacos, menos confiables y que favorecería a quienes estén en el poder, de cara a las elecciones presidenciales del año que viene.

Todos estos cambios, según el partido oficialista Morena, ahorrarían 3.500 millones de pesos, pero los opositores critican que se someta al INE a la radical reducción de presupuestos cuando obras controversiales de AMLO, como el Tren Maya siguen en construcción o ya se haya inaugurado el aeropuerto Felipe Ángeles en la Ciudad de México. @mundiario

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