Miami, pendiente del primer cruceiro desenclavado fuera de Galicia y el más alto del mundo

Una simulación del cruceiro de Miami. / Mundiario
Una simulación del cruceiro de Miami. / Mundiario
Será radicado en el céntrico Bayfront Park de la principal ciudad del estado de Florida, donde residen muchos gallegos.
Miami, pendiente del primer cruceiro desenclavado fuera de Galicia y el más alto del mundo

Hace unos días he recibido una noticia muy agradable e interesante. José Manuel Brandariz, presidente de los empresarios gallegos en los Estados Unidos de América, me anunció que van a celebrar  los días 17, 18 y19 de marzo del 2022 varios actos para la inauguración del Cruceiro Xacobeo y el Cocido de Lalin, en Miami (Florida, EE UU). Han colaborado en este proyecto Galegos Forever –"la cofradía más unida del mundo"– y la Asociación de Empresarios Gallegos de USA, en colaboración con Abanca –entidad que tiene en Miami su central para EE UU– y la Xunta de Galicia.

Brandariz me invitó a cantar tres o cuatro canciones cada día en un escenario al que también están invitados Carlos Núñez, Patricia Rubio y El Puma, junto a otros artistas todavía sin concretar.

Qué gran ilusión, no sé si estoy soñando, pero ya solo el viaje y conocer Miami a estas alturas de mi vida... Porque el llamado Cruceiro Xacobeo de Miami será radicado en el céntrico Bayfront Park de esta ciudad cosmopolita, donde residen muchos gallegos.

Nunca pensé que me llegaría este premio tan importante. Estoy muy agradecido a José Manuel Brandariz, pero en esta ocasión no puedo asistir; posiblemente sea esta la única oportunidad que tenga de cruzar el charco, pero esos días los viviré pensando en los amigos de Miami, donde seguro que todo saldrá bien y el cruceiro más grande del mundo quedará mirando desde Florida a Galicia, gracias al esfuerzo de sus promotores, entre ellos el productor coruñés afincado en Miami José Manuel Brandariz, que hablan ya del "primer cruceiro desenclavado fuera de Galicia y el más alto del mundo”.

No me olvido tampoco de Salceda, Castro Barreiro e A Feira, con un pique dialéctico entre los dos pueblos impresionante. Ni de Malpica (A Coruña), en la sala Costamar –¡qué gran público!–, A Revolta, en Carballo (A Coruña), Dafnis y Cloe, en Poio (Pontevedra), A Laracha, en la discoteca Pazos; La Concha en O Val y muchas más salas que vivian y disfrutaban de los bailes de carnaval. 

Estos recuerdos, aquellas salas –ahora que escribo sus nombres– me hacen sentirme feliz, porque soy de las personas que he vivido de la música y rodeado  siempre de un público que nos quería, mientras nosotros siempre intentábamos darlo todo para que nuestra música les hiciese bailar. ¡Qué bien lo pasamos, ellos y nosotros! @mundiario

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