Pedro Castillo se queda fuera del partido que lo llevó a la presidencia en Perú

Presidente del Perú, Pedro Castillo y su excompañero, Vladimir Cerrón. / RR.SS.
Presidente del Perú, Pedro Castillo y su excompañero, Vladimir Cerrón. / RR.SS.
El presidente peruano se ha quedado sin respaldos ni escaños en el Congreso, después de que renunciara de manera “irrevocable” al partido Perú Libre.
Pedro Castillo se queda fuera del partido que lo llevó a la presidencia en Perú

La estabilidad política del presidente en funciones del Perú, Pedro Castillo, pende de un hilo, toda vez que se haya quedado sin respaldos ni partido alguno que pueda ayudarle a sortear un hipotético intento de destitución política en el Congreso, de los que se ha salvado en dos ocasiones ya, a pesar de llevar menos de un año en el poder.

La crisis política en el Perú se recrudece, el país andino ha tenido cinco presidentes en los últimos cuatro años. Pedro Castillo ha renunciado al partido político con el que llegó a ganar las elecciones de 2021, por lo que se convierte en un mandatario independiente y sin grupos parlamentarios que puedan respaldarle para sacar adelante leyes, pero es una posición que le deja seriamente vulnerable.

El mandatario sudamericano es ahora especialmente susceptible a los intentos de mociones de censura, en medio de una posible investigación por tráfico de influencias y crimen organizado por parte de la Fiscalía. Esto se produce después de que abandonara el partido de izquierda Partido Libre, luego de que el jefe y fundador de la bancada, Vladimir Cerrón, exigiera directamente su renuncia de la formación política por no concordar “con lo prometido en la campaña electoral, y menos con el programa e ideario del partido, implementando el programa neoliberal perdedor”.

A finales del mes de mayo, Cerrón se reunió con Castillo. Del encuentro trascendió que el neurocirujano de izquierda tradicional había pedido que el exmaestro rural abandonara la militancia. El 29 de junio, Cerrón dio a conocer una carta del comité político de Perú Libre, en el que se le pide al jefe de Estado abandonar el partido por haber promovido “el quebrantamiento de la unidad partidaria y la fractura de la bancada congresal”. El 30 del mismo mes Castillo informó de su dimisión.

Castillo es ahora independiente

Cerrón, un político izquierdista de corte ortodoxa, invitó a Pedro Castillo a formar parte de su militancia, con la intención de lanzarle a la pugna por la presidencia, ante la inhabilitación política del fundador del partido por imputaciones relacionadas con la corrupción para financiar las campañas electorales.

Para llegar al poder, se requirió del apoyo de la izquierda moderada, comprometiéndose a respetar el sistema interamericano de justicia, los derechos de la comunidad LGBTIQ+ o la población migrante venezolana, aspectos complejos que la línea política populista de izquierda y de conservadurismo social que propugna Perú Libre debió aceptar hasta cierto punto.

Para evitar que los intentos de moción de censura en el Legislativo llegaran a la cifra mágica de 87 escaños, Castillo se comprometió a incluir políticos de otros partidos dentro de su gabinete, asegurándose que nunca ganara la mayoría. Pero hasta esos momentos el presidente se respaldaba también en los 37 curules de su partido, que ha ido perdiendo paulatinamente hasta quedarse sin formación propia.

A mediados de mayo un grupo de 10 legisladores de Perú Libre se escindieron del partido, para formar el Bloque Magisterial. De hecho, otro grupo similar de militantes de la formación habían hecho lo mismo en enero, pasando a formar un nuevo partido llamado Perú Democrático. A Castillo le quedaban 16 parlamentarios propios, ahora ninguno.

¿Por qué investigan a Pedro Castillo?

La Fiscalía peruana tiene sospechas de que Castillo está involucrado en un entramado de corrupción severo, con el que habría incurrido en delitos como tráfico de influencias, colusión agravada o concierto para delinquir. La investigación se centra en que, presuntamente el presidente sea el cabecilla de una red criminal encargada de adjudicar obras del Estado a empresarios que colaboraron con su campaña electoral y de nombrar a funcionarios avocados a esa labor.

Estas acusaciones podrían ser un sustento que los congresistas utilicen para fundamentar una tercera moción de destitución bajo la figura legal de vacancia por incapacidad moral permanente. Además, la Constitución peruana establece que los presidentes poseen inmunidad parlamentaria mientras estén en funciones, excepto por delitos de traición a la patria o por impedir alguna elección.

Esta es la tesis en la que se sostiene el equipo legal que busca frenar los avances de la investigación, pero el juez supremo Juan Carlos Checkley, que ha instruido los recursos legales de Castillo para invalidar las indagaciones, reconoce que, si bien la Carta Magna establece la inmunidad del presidente, “ello no anula la posibilidad de iniciar una investigación preliminar siempre que existan justificaciones razonables”.

El exfiscal de la Nación, Pablo Sánchez, emitió las órdenes para iniciar pesquisas contra Castillo. Al final de su dirigencia interina al frente del Ministerio Público, la nueva fiscal, Patricia Benavides, confirmó en su juramentación esta semana que se seguirá la “misma línea de investigación” en el caso del presidente en funciones. @mundiario

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