La oposición venezolana asegura que reestructurará la deuda del país cuando “sea legalmente posible”

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El líder de la oposición y simbólico presidente interino de Venezuela (reconocido por 55 países), Juan Guaidó, en el centro / CNN.
La deuda total del país abarca el 56% de lo que Venezuela genera por la poca producción de petróleo que le queda. Tiene 160.000 millones de dólares en deuda, es decir, más de la mitad de lo que vale la economía venezolana.
La oposición venezolana asegura que reestructurará la deuda del país cuando “sea legalmente posible”

No solo es el país con la crisis económica más grave de América y la hiperinflación más alta del mundo, sino que es también uno de los cuatro que más deuda tienen acumulada en toda Latinoamérica, pues durante dos décadas ha sido gobernado por un sistema populista comunista que ha despilfarrado una inmensa renta de 1,2 billones de dólares proveniente de sus exportaciones de petróleo, sin ahorrar ni un solo dólar en un fondo soberano de estabilización, tal y como hacen otras potencias petroleras como Arabia Saudita para tener capitales de respaldo en tiempos de vacas flacas del mercado. 

La cultura del lucro, la riqueza, la renta y el mercantilismo derivado en una economía de gasto extremo sin la más mínima noción del ahorro y la inversión a futuro, hoy le pasa factura a Venezuela, que luego de haber generado más de un millón de millones de dólares en 20 años, haber desfalcado más de 300.000 millones de dólares de su estatal petrolera PDVSA y haber perdido 16.000 millones de dólares desde 2014 con una caída promedio de US$20 millones diarios en la industria petrolera nacional, las cuentas del país y del Gobierno (de facto) de Nicolás Maduro están en rojo, justo en medio de una grave crisis económica, una pandemia y un contexto de máxima presión internacional para que deje el poder debido a la ilegitimidad interna y externa con la que controla la nación.


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Es por ello que la oposición venezolana anunció este pasado martes que iniciará “un proceso para la reestructuración ordenada y consensuada de la deuda externa del sector público del país tan pronto sea posible”, señalando que el Gobierno de Maduro “incurre en el incumplimiento de sus obligaciones”.

Esto implica que el equipo jurídico que trabaja para la administración de Guaidó podría recurrir a los avales de posibles sentencias emitidas por los tribunales estadounidenses que en 2019 frenaron a los 400 acreedores (prestamistas) privados de ejecutar las cláusulas de embargo sobre Citgo, la filial productora de gasolina de PDVSA en Houston, Texas, para así ganar tiempo y recibir un reconocimiento jurídico de la justicia norteamericana sobre la titularidad provisional del simbólico gobierno de Guaidó en los bonos de deuda venezolana que tienen domicilio fiscal en Estados Unidos, pues el Gobierno de Donald Trump emitió el año pasado una orden ejecutiva que congelaba todos los activos estatales controlados por el régimen de Nicolás Maduro en territorio estadounidense; el principal de ellos, Citgo. 

“El gobierno provisional (la oposición liderada por Juan Guaidó, reconocido por 55 países como presidente interino de Venezuela) y la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) permanecen comprometidos, tan pronto sea legalmente posible, a implementar una reestructuración ordenada y consensuada de la deuda externa del sector público venezolano”, señaló la oposición en un comunicado a través de las redes sociales del Centro de Comunicación Nacional, la oficina de prensa del simbólico Gobierno interino de Guaidó.

Durante los últimos seis años, el Gobierno de Maduro recurrió al mercado internacional de capitales para emitir bonos de deuda que colocaban como colaterales (garantías de pago) los bienes y activos más importantes del Estado venezolano, como por ejemplo Citgo, en el caso de los polémicos Bonos PDVSA 2020 por un importe de 200 millones de dólares solo en intereses y casi US$2.000 millones en capital. 

Sin embargo, ese y otros títulos de deuda, en manos de 400 prestamistas pertenecientes a fondos de inversión de EE UU, especialmente de la Bolsa de Valores de Nueva York (Wall Street) -el mercado financiero que controla casi toda la economía mundial- no fueron cancelados por el régimen chavista, lo cual generó una serie de impagos o defaults en cadena, bloqueando así la posibilidad de que Venezuela pueda acceder a nuevos préstamos esenciales para recuperar su producción, sus industrias, sus empresas y su economía, hasta que no pague los 160.000 millones de dólares que tiene acumulados en su deuda externa total desde 1999, un compromiso que venció hace mucho tiempo. 

Para tener una idea de la dimensión de la deuda de Venezuela, solo a China, el régimen de Maduro debe unos 63.420 millones de dólares en créditos durante los últimos cinco años, mientras que con Rusia tiene un compromiso pendiente por 3.150 millones de dólares.

Con un producto interno bruto (PIB) que en 2014 era de 482.400 millones de dólares, y que empezó a caer en una agresiva recesión que destruyó el 60% de la economía venezolana, hoy su valor estimado es de apenas 289.200 millones de dólares. Por lo tanto, la deuda total del país abarca el 56% de lo que Venezuela genera por la poca producción de petróleo que posee. Tiene 160.000 millones de dólares en deuda, es decir, más de la mitad de lo que vale la economía venezolana. @mundiario 

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