Una nueva ola de protestas llega a Venezuela por los bajos sueldos

Protesta de maestros y trabajadores públicos en Caracas, Venezuela. / RR.SS.
Protesta de maestros y trabajadores públicos en Caracas, Venezuela. / RR.SS.

Miles de trabajadores del sector público toman las calles del país y convocan marchas contra la pérdida del poder adquisitivo y exigir el aumento salarial.

Una nueva ola de protestas llega a Venezuela por los bajos sueldos

Maestros y jubilados marcharon en las calles de varias ciudades de Venezuela este lunes, en demanda de mejoras salariales justo cuando hace un año se vislumbraba el fin de la hiperinflación y el repunte de la producción petrolera. Desde la semana pasada miles de trabajadores públicos de todos los sectores de la administración se han manifestado en una nueva oleada de protestas contra las condiciones laborales, los bajos sueldos y la permanente crisis económica.

Miles de docentes, jubilados y pensionados dirigieron varias marchas a lo largo de decenas de estados del país, exigiendo un aumento del salario mínimo del sector público, ubicado actualmente en unos 130 bolívares soberanos digitales (o siete dólares al cambio oficial del Banco Central de Venezuela). A las caminatas se sumaron sanitarios, obreros, técnicos y profesionales vinculados a los sectores de la metalurgia, siderurgia, la administración pública, las universidades autónomas.  

Desde la semana pasada varios gremios se han estado manifestando en contra de los bajos sueldos en medio de una economía desigual e inflacionaria, exigiendo el reajuste salarial anclado al dólar como los trabajadores del sector privado, así como han exigido la neutralización de la precariedad laboral, reivindicaciones sindicales y una queja generalizada a la crisis económica que nunca dejó de engullir los bolsillos venezolanos.

La principal protesta tuvo lugar en la ciudad capital, Caracas, que tuvo que ser reubicada a última hora después de que las autoridades bloquearan el paso hasta las inmediaciones del Ministerio de Educación. La concentración se desplazó desde plaza Venezuela, en el centro de la urbe, exigiendo el aumento del salario, beneficios laborales, la renovación de la contratación colectiva y el pago de deudas pendientes. Se trata de la segunda gran protesta nacional que el magisterio organiza después de la marcha del 9 de enero.

La crisis económica en Venezuela

La asistencia de los agremiados ha sorprendido en buena parte a sus organizadores, que han convocado a marchas después de que las calles venezolanas permanecieran tibias los últimos años. Especialmente en un momento de tanta indiferencia política y fractura entre la oposición a raíz del fin del Gobierno interino de Juan Guaidó, el nombramiento de una nueva junta directiva de la Asamblea Nacional electa en 2015, las negociaciones en México y el proceso de primarias de los partidos opositores al Gobierno chavista.

Pese a las buenas previsiones económicas para Venezuela tras salir del cuadro hiperinflacionario en 2022, después de que la economía del país petrolero tocara fondo durante la pandemia por coronavirus, la sombra de la escalada de precios parece conducir de vuelta a ese mismo camino tras cerrar el año pasado con una inflación anualizada de 305,7 % según el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF).

La crisis de los salarios repercute en un país con más de cinco millones de pensionistas y donde el mayor empleador sigue siendo el Estado venezolano. La canasta alimentaria básica se ubica cerca de los 400 dólares, por lo que gran parte de los trabajadores públicos necesitan 50 salarios mínimos para poder adquirirla.

El magisterio ha convocado una nueva marcha para el 23 de enero, el lunes de la semana que viene. Se trata de una fecha trascendental en la historia venezolana incluso antes de la llegada del chavismo, pues ese día se consiguió derrocar la dictadura militar de Marco Pérez Jiménez en 1958, un hito que bastó para sembrar la gruesa época democrática venezolana. @mundiario

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