La nueva política migratoria de EE UU afecta a los venezolanos en América Latina

Migrantes venezolanos en fila. / OIM
Migrantes venezolanos en fila. / OIM

México ha comenzado a trasladar a los migrantes deportados de Texas desde la frontera hasta la capital, mientras que Guatemala expulsa un grupo de 300 personas a Honduras.

La nueva política migratoria de EE UU afecta a los venezolanos en América Latina

Un grupo de cientos migrantes venezolanos han sido trasladados hasta la Ciudad de México desde Matamoros, en el estado fronterizo de Tamaulipas, en un intento por aliviar la congestión migratoria en la ciudad de Matamoros después de que EE UU comenzara a deportar a los ciudadanos del país caribeño tras el anuncio de su nueva política contra los cruces ilegales en la frontera.

Las autoridades mexicanas han enviado en dos autobuses al primer grupo de venezolanos deportados por sus pares estadounidenses, después de que comenzaran las expulsiones el jueves. Los migrantes serían llevados al Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), para trasladarlos hasta varios albergues dispuestos a lo largo de la capital mexicana.

En el mismo fin de semana, el Instituto Guatemalteco de Migración ha anunciado que expulsará a otros 300 venezolanos, además de ecuatorianos, que ingresaron ilegalmente al país en medio de su travesía por Centroamérica hasta la frontera con EE UU. Los caminantes fueron detectados el sábado, y de acuerdo con las autoridades locales no poseen los requisitos necesarios para transitar por el país.

Se trata del segundo operativo de este estilo que Guatemala emprende en una semana. Otro grupo de unas 200 personas había sido identificado el jueves y deportado ese mismo día. Los migrantes serán expulsados a Honduras, en un intento por rebajar el flujo de venezolanos que lo arriesga todo por llegar hasta EE UU. Pero desde enero hasta octubre solo se han conseguido expulsar a unos 12.000 de los cientos de miles de venezolanos, que se estima, transitan el país.

El giro migratorio de Biden

El nuevo programa migratorio de EE UU hacia los venezolanos, tildado de “filtro” por los ciudadanos de ese país, busca reducir considerablemente el flujo de migrantes que buscan asilo en el gigante norteamericano y se arriesgan a los peligros de la carretera, la selva, las organizaciones criminales y el temido tapón del Darién, una mortal zona en la frontera entre Colombia y Panamá.

El jueves las autoridades de la administración del presidente Joe Biden indicaron que a partir de ahora no aceptarían a ningún migrante venezolano, que ingresara ilegalmente por la frontera. Desde finales de 2021 y todo este año cientos de miles de migrantes han llegado hasta el límite entre EE UU y México, ingresando irregularmente y siendo detenidos por las autoridades migratorias.

La oposición republicana había estado denunciando la gestión de Biden con las entradas de venezolanos. Ante la incapacidad de que Washington pudiera deportar a los migrantes hasta Caracas, por reconocer que el país vive una crisis humanitaria compleja que pone en peligro a cualquier ciudadano. No obstante, una vez detenidos, los venezolanos eran puestos en libertad con un proceso de asilo político en proceso.

Todo cambió la semana pasada. El Gobierno de Biden dio a conocer una nueva normativa que promueve la migración regular, pero solo para 24.000 venezolanos que puedan ser acogidos por un patrocinador (organización, ciudadano, residente legal o con permiso de permanencia), que demuestre tener la solvencia económica para hacerse cargo del migrante, por un periodo de dos años, con un permiso de trabajo y derecho a optar por otras medidas como el asilo al final del programa. @mundiario

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