Una moneda común, integración regional y Venezuela: los ejes de la cumbre sudamericana

Luiz Inácio Lula da Silva y Alberto Fernández en la Casa Rosada. / Casa Rosada
Luiz Inácio Lula da Silva y Alberto Fernández en la Casa Rosada. / Casa Rosada

El presidente brasileño, Lula da Silva, ha abogado por la creación de un mercado energético regional y un “grupo de alto nivel” que trace una hoja de ruta hacia la unidad.

Una moneda común, integración regional y Venezuela: los ejes de la cumbre sudamericana

La primera cumbre de presidentes de América del Sur en más de una década ha finalizado con muchas promesas y un espaldarazo diplomático a Venezuela. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha desempeñado su rol de anfitrión del cónclave de mandatarios al dar el primer paso para recalibrar las estrategias de cooperación regional, que girará en torno al compromiso de “fortalecer la unidad”, crear una moneda y mercados comunes y rehabilitar a Caracas en el escenario internacional.

La reunión de 11 jefes de Estado y del primer ministro del Perú ha tenido lugar en el Palacio de Itamaraty en Brasilia, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño, desde donde Lula ha intervenido ante la prensa, donde ha hecho un llamado a doblar los esfuerzos por conseguir una asociación sudamericana mayor a los intentos creados a partir de 1960, que se han deslucido en el tiempo y se han dinamitado en los últimos años a raíz de la polarización del subcontinente y la siempre divisoria crisis venezolana. Pero para Lula, esos ensayos fallidos han dejado “abismos sociales gigantescos desde el colonialismo”.

Por ello, Lula ha propuesto la conformación de un “grupo de alto nivel” integrado por representantes de los Ejecutivos de cada país, para que en un plazo de 120 días se plantee una “hoja de ruta” que siente las bases para avanzar en una unidad que trascienda los ciclos electorales, persevere ante el cambio de ideologías y Gobiernos en América del Sur y perdure en el tiempo como una acción de Estados más similar a la Unión Europea o la Unión Africana.

Lula, que desde que tomó posición de su tercer mandato en enero de este año, ha resaltado la voluntad de Brasil de retomar las iniciativas de integración regional como la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), ambos organismos que impulsó durante sus primeros periodos presidenciales, en compañía de Hugo Chávez (Venezuela), Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador) y Cristina Fernández de Kirchner (Argentina).

Creación de una moneda común

Dentro de las propuestas que más llamaron la atención durante el cónclave estaba la creación de una moneda regional modificada, una iniciativa que ya había sido conversada durante los años de funcionamiento pleno de Unasur, pero que terminó perdiendo interés. En los últimos meses la propuesta ha cobrado fuerza nuevamente con el establecimiento de un mercado común que facilite las relaciones comerciales entre los 12 países del subcontinente.

De acuerdo con las declaraciones de Lula, su plan busca reducir la dependencia de las monedas “extrarregionales”, homologar trámites para reducir la burocracia en el apartado comercial sudamericano, ampliar el comercio electrónico internacional y actualizar una supuesta larga lista de proyectos que han estado paralizados en las últimas dos décadas que en su mayoría no han sido cumplidos, aunque no ha ahondado en este tema. También propuso el uso de los bancos de desarrollo latinoamericanos para fomentar el ahorro regional.

En su intervención, Lula también indicó que América del Sur debatir la creación de un mercado regional de energía, que supuestamente garantizará “el abastecimiento, el uso eficiente de los recursos, la estabilidad jurídica, los precios justos y la sostenibilidad social y ambiental” en la región.    

El retorno de Unasur

Con el regreso de Venezuela a la escena internacional, aupada por Lula en esta ocasión, y las fuertes discrepancias que manifestaron el presidente izquierdista de Chile, Gabriel Boric, y el presidente conservador de Uruguay, Luis Lacalle Pou, acerca de sus inconformidades de que Nicolás Maduro estuviera en la cumbre, otro tema que pareció cobrar fuerza es la reunificación de la Unasur, que quedó reducido en un esqueleto por los conflictos ideológicos de sus miembros.

El organismo de integración sudamericana fue fundado en 2008, en su mejor momento pudo albergar a los 12 países que conforman la región, pero la mayoría de sus miembros comenzaron a retirarse por las diferencias respecto a Venezuela. Algunos países como Colombia, que dejó la organización en 2018 bajo el Gobierno de Iván Duque, por considerarla una plataforma dominada por la izquierda que respaldaba al régimen chavista. Sin embargo, ahora su sucesor, el primer presidente izquierdista de Colombia, Gustavo Petro, ha anunciado que dará marcha atrás a esa decisión. @mundiario

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