La izquierda avanza en América tras la victoria de Petro en Colombia

Los gobiernos de América, en especial de la zona sur y central, suelen estar medio de situación explosivas derivadas del descontento social. Recientemente se confirmó la victoria de Gustavo Petro en Colombia, convirtiéndose en el primer presidente de izquierda electo en este país. En toda su historia, Colombia jamás contó con un presidente de esta ideología, por lo que el logro de Petro podría ser un gran cambio, todo dependerá claro está, del gobierno que saque adelante.

En los últimos años, América se ha llenado de gobiernos de izquierda. Recientemente están los casos de Gabriel Boric en Chile, Pedro Castillo en Perú, Luis Arce en Bolivia o Xiomara Castro en Honduras. En el resto del continente hay otros mandatarios que ya tiene un tiempo en el poder, así es el caso de Alberto Fernández en Argentina, Nicolás Maduro en Venezuela, Miguel Díaz-Canel en Cuba o Manuel Andrés López Obrador en México.

Las comparaciones son incómodas

Ahora llegamos a victoria de Petro, un exguerrillero que tras tres intentos de presentarse como candidato, finalmente ha logrado su ambición de convertirse en presidente, el primero de izquierda de Colombia. Claro que al estar asociado a la corriente izquierdista ha obligado que sea comparado con los otros líderes del continente.

Como otros, Petro ha querido dejar clara su política del centro izquierda, sin llegar a irse a los extremos que tanto daño podrían hacerle en un país profundamente dividido. El mandatario ha acercado su postura a la del presidente Boric en Chile, que ha dejado atrás su lado más combatiente como líder estudiantil que fue para buscar una templanza que por ahora le funciona aunque no tanto en temas de popularidad. Petro dio un giro al elegir como su compañera para la vicepresidencia a Francia Márquez, una líder socialista, feminista, ambientalista y mujer de color. Su elección de compañera de fórmula fue aplaudida y ha sido llamativo que Petro y Márquez hayan mostrado tan abiertamente sus diferencias políticas sin que esto sea motivo de desacuerdos entre ambos. Quedará por ver si son capaces de lograr converger estás diferencias dentro de los próximos años.

Otra cuestión que ha tenido que sortear Petro son las críticas por su cercanía a gobiernos como el de Maduro en Venezuela. El mismo presidente lanzó afirmaciones a través de las redes sociales donde apoyaba a Maduro como el heredero de Chávez. En los últimos años cambió de retórica llegando a distanciarse del mandatario venezolano."Si usted me pregunta si Chávez fue un dictador yo le digo que no. Si usted me pregunta si Maduro es hoy un dictador yo le digo que sí", afirmó a la revista Newsweek en 2018.

Petro ha tenido que mostrarse moderado, afirmando que no será un presidente que intente cambiar la constitución de su país, que tampoco realizará expropiaciones o que la corriente política socialista llegue a apoderarse de Colombia. 

Lo que si desea es cambiar el sistema económico de Colombia, llevar a cabo una reforma agraria, de pensiones, también evitar la explotación excesiva de los recursos del país y ofrecer empleo desde el Estado para las miles de personas que no tienen suficientes oportunidades.

Petro ha señalado como referentes a Rafael Correa, expresidente de Ecuador, o Luis Ignacio Lula da Silva, expresidente de Brasil. Ambos íderes de izquierda cuyas gestiones también han sido polémicas y han enfrentado a la justicia de sus respectivos países acusados de corrupción.

Lo que define a los presidentes de la izquierda es la moderación. Dependerá si el en futuro Petro logra mostrar resistencia a no abrazar el poder y dejarse llevar para convertirse en un mandatario autoritario o decide soltar algo de ese poder y mostrarse como alguien más justo. @mundiario