Irán sigue oxigenando al régimen de Maduro y envía más buques con gasolina a Venezuela

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Estados Unidos, Venezuela e Irán se hallan inmersos en un conflicto geopolítico donde Washington busca desplazar del poder a los regímenes totalitarios de Nicolás Maduro (centro) y Hasan Rohani (derecha) / AP.
El régimen autoritario más peligroso de Latinoamérica (el de Maduro en Venezuela) es ayudado y respaldado por el régimen teocrático-nuclear más peligroso del Medio Oriente y uno de los más peligrosos del mundo (el de Irán).
Irán sigue oxigenando al régimen de Maduro y envía más buques con gasolina a Venezuela

El colapso energético en Venezuela ya es una realidad ineludible. A la falta de electricidad, gas y agua, ahora se suma la escasez de gasolina que ha terminado de completar y acelerar el ciclo de desgaste social que enfrenta la población venezolana justo en medio de una recesión combinada con hiperinflación y en el contexto de la pandemia de coronavirus. La tormenta perfecta para la implosión del Estado fallido al cual se acerca el país sudamericano.

Y es que ante la falta de combustible que asola a los venezolanos por el impacto de las sanciones de Estados Unidos, pero cuyo origen real está en el colapso de la industria petrolera nacional por la negligente gestión del Gobierno de Nicolás Maduro, su régimen comunista ha logrado mantener la conexión con el único aliado que le queda para evadir el esquema de bloqueos de Washington, con el cual prevé generar una ruptura en la cúpula de poder del chavismo y así detonar un cambio de sistema que saque al país de su compleja crisis.


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Sin embargo, el régimen de Maduro ha ideado una estrategia para burlar los controles militares que EE UU mantiene sobre las rutas comerciales que conectan a América con el Medio Oriente a través del Océano Atlántico. El elemento que sostiene el triángulo de dominio que le permite a la cúpula de Caracas subsistir en medio de la crisis política y social sin perder el poder, es la unión gasolina-oro-petróleo. De hecho, es con el metal dorado que el Gobierno venezolano paga al de Irán sus exportaciones de combustible.

Este lunes, el buque iraní Honey arribó a la Terminal de Almacenamiento y Embarque de José, en el nororiental estado venezolano de Anzoátegui, cargado con 2 millones de barriles de gas condensado, insumo requerido para producir combustible (el gas condensado se emplea para mezclar con el crudo pesado de la Faja del Orinoco y producir con ello el petróleo tipo Merey 16, la mezcla más exportada por Venezuela), según reseñó la cadena Telesur, una televisora multiestatal de corte izquierdista de la cual el Gobierno venezolano es accionista mayoritario.

Ese medio señaló también que otros tres barcos cisternas navegan hacia Venezuela, "tomando medidas para evitar el bloqueo estadounidense". Sin embargo, no se conoce su ubicación exacta, aunque podrían estar situados en la zona céntrica del Océano Atlántico, donde hay un perímetro naval de amplio alcance de EE UU y sus aliados militares de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).

Pese a las sanciones que EE UU mantiene sobre Irán, el régimen persa está dispuesto a ayudar al venezolano a permanecer en el poder por el beneficio económico-comercial que le representa, gracias a que la cúpula de Maduro controla la vasta liquidez de las reservas internacionales de capital y de oro de Venezuela, lo cual le garantiza un mercado clave a Irán para que su economía sobreviva ante el cerco de Washington, que también busca derrocar ese sistema totalitario tal y como prevé hacerlo con el de Venezuela.

El atraco en puerto, que tuvo lugar este pasado domingo, fue informado por el canciller del régimen de Maduro, Jorge Arreaza, quien difundió mensajes en Twitter donde detalla que “el Honey navegó hasta el país sin nombre para no ser identificado, a fin de evitar el bloqueo naval que pretende imponer Estados Unidos a Venezuela”.

Sin embargo, ese eventual escenario de conflicto militar se produciría en el caso in extremis de que el régimen de Maduro continúe con su estrategia de controlar el país mediante la evasión de las sanciones como justificación para profundizar su sistema totalitario. La geopolítica de la región es clara: el régimen autoritario más peligroso de Latinoamérica (el de Maduro en Venezuela) es ayudado y respaldado por el régimen teocrático-nuclear más peligroso del Medio Oriente y uno de los más peligrosos del mundo (el de Irán). Ambas amenazas para la seguridad hemisférica y global deben ser eliminadas, así lo interpreta Washington. @mundiario

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