Guaidó anuncia una transferencia a la Cruz Roja para combatir la Covid-19 en Venezuela

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El líder opositor Juan Guaidó, reconocido por 55 países como presidente encargado de Venezuela / RR SS.
El líder opositor no ha creado la primera partida presupuestaria que inyecte subsidios, ayudas sociales o programas de financiamiento a empresas y trabajadores del país ante la crisis interna.
Guaidó anuncia una transferencia a la Cruz Roja para combatir la Covid-19 en Venezuela

Al principio de la crisis política más aguda que ha vivido Venezuela en su historia con la implosión del conflicto de poder entre el gobierno (de facto) de Nicolás Maduro y el simbólico gobierno interino de Juan Guaidó en enero de 2019, la disputa por el control de los recursos  financieros del país se ha convertido ahora en una lucha polarizada por cuál de los dos bloques políticos logra respaldar más y mejor la gestión de la crisis sanitaria causada por el coronavirus, que se unió a una crisis económica vigente desde 2014 con las políticas regresivas del régimen de Maduro y seis años de negligencia en la administración de la nación.

Y es que en una movida inesperada para el chavismo, el líder de la oposición y presidente encargado de Venezuela (reconocido por 55 países), Juan Guaidó, anunció este pasado jueves que se hizo efectiva una transferencia de fondos a la Federación Internacional de la Cruz Roja (IFRC, por sus siglas en inglés) con el objetivo de adquirir recursos para combatir la pandemia de coronavirus Covid-19 en el país sudamericano. 


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Esos fondos provienen, según Guaidó, del stock de capitales que el régimen de Maduro ha acumulado bajo la titularidad del Estado venezolano mediante la creación de estructuras de capital con dinero extraído del flujo de caja de la estatal petrolera PDVSA, la venta ilícita de oro del Banco Central a Rusia y Turquía, así como presupuestos desviados de proyectos de infraestructura hacia las corruptelas conformadas por altos gerentes y funcionarios asociados al régimen en paraísos fiscales y cuentas bancarias de testaferros en países como Suiza, Panamá y Andorra. 

Sin especificar el monto de la transferencia, el líder opositor dijo que ese dinero será utilizado para que ese organismo humanitario adquiera insumos destinados a los hospitales venezolanos. 

¿Otra estrategia política en plena pandemia?

En medio de esta pandemia, se ha creado un mercado internacional donde las grandes potencias mundiales se disputan los recursos más valiosos de esta emergencia global: mascarillas, respiradores artificiales, guantes y medicamentos como remdesivir y dexametasona. En ese espacio comercial mundial, la Cruz Roja podría participar para importar insumos a Venezuela y canalizarlos a través de su sede en el país para distribuirlos al sistema público nacional de salud. 

“Ya es un hecho la transferencia a la Cruz Roja Internacional de recursos que protegimos desde el Gobierno Encargado, que se traducen en el apoyo que necesita nuestro sector salud para combatir la pandemia. Vamos a llevarle ayuda a nuestra gente a través de las herramientas que tenemos”, informó Guaidó a través de su cuenta de Twitter.

No obstante, ese mecanismo podría ser interpretado por la población venezolana como un elemento más de su retórica política, pues en abril ya había prometido que ejecutaría un programa de subsidios a los médicos del país mediante un sistema de transferencia de ayudas de 100 dólares a varios profesionales de la salud venezolanos. El dinero nunca llegó y ningún médico reportó haber sido beneficiado con esos fondos.

El arsenal financiero del "Gobierno interino"

El simbólico Gobierno interino de Guaidó (apoyado financiera y diplomáticamente casi en su totalidad por Estados Unidos y otros 55 países) ha recibido más de 400 millones de dólares en líneas de financiamiento de Washington con fines humanitarios y logísticos con respecto al funcionamiento del Parlamento, anulado jurídica y políticamente por el régimen de Maduro junto al Tribunal Supremo de Justicia venezolano. 

Sin embargo, el líder opositor no ha creado la primera partida presupuestaria que inyecte subsidios, ayudas sociales o programas de financiamiento a empresas y trabajadores del país como medida paliativa contra la grave crisis económica y social que tiene a la población sumida en un 86% de pobreza de ingresos y 60% de pobreza extrema ante la hiperinflación, la devaluación y el precario sistema de vida que los venezolanos sufren desde hace seis años.

Por su parte, la mano derecha de Guaidó y designado por este como Comisionado Especial para la Ayuda Humanitaria (de Venezuela), el diputado Miguel Pizarro, aseguró que “al igual que en el caso del acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud estos recursos estarán destinados a la dotación de insumos para hospitales y personal de salud que se encuentra en primera línea luchando para atender a víctimas de esta pandemia”.

En mayo, se había anunciado un supuesto acuerdo y tregua entre el Gobierno de Maduro y el Gobierno de Guaidó -parte de la compleja realidad de paralelismos por la ambición de poder de la clase política de Venezuela- para unir esfuerzos logísticos, diplomáticos y financieros en la lucha contra la crisis de la Covid-19 en el país, pero ese pacto nunca se materializó y solo quedó en la letra muerta de un documento firmado por el ministro de Salud, Carlos Alvarado, y el Comisionado de Salud del Parlamento, Julio Castro, un médico infectólogo designado por Guaidó en ese cargo como una suerte ‘autoridad sanitaria paralela’.

¿Y el beneficio a los venezolanos?

La cartera financiera del equipo político y pseudo-Gobierno interino de Guaidó ya acumula, además de 400 millones de dólares en financiamiento de EE UU, un patrimonio de 15.350 millones de dólares; US$ 15.000 millones provienen del valor total de las acciones de la compañía filial productora de gasolina de PDVSA en Texas, Citgo Petroleum, y los otros US$ 350 millones surgieron de una transacción que el Departamento del Tesoro de EE UU ordenó desde una cuenta del Banco Central de Venezuela (controlado por Maduro) a ese organismo estadounidense por un pago que el régimen chavista incumplió de los intereses de una deuda que el Gobierno venezolano contrajo con la entidad Citibank, en la que colocó varias toneladas de oro nacional como garantía. 

La Administración de Guaidó no ha destinado ni un solo dólar a la población venezolana de esos fondos que controla desde agosto de 2019 luego de que el Gobierno de Donald Trump confiscara los activos de Venezuela en EE UU, entre ellos Citgo, y le cediera su control financiero transitorio al equipo del llamado ‘presidente encargado’ del país sudamericano. @mundiario

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