El expresidente Bolsonaro regresa a Brasil después de tres meses en EE UU
El exmandatario se ha reencontrado con su familia, compañeros del Partido Liberal y simpatizantes, en medio del avance de sus causas judiciales abiertas y el escándalo de las joyas sauditas.
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro, de 68 años, ha regresado esta semana a su patria después de haber permanecido tres meses en EE UU, tras haber perdido las elecciones presidenciales el año pasado, los comicios más reñidos en la historia del país y que ha ganado el exmandatario izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
Bolsonaro ha sido recibido por una multitud de simpatizantes en el aeropuerto de Brasilia, una vez aterrizado a primera hora del jueves su vuelo comercial proveniente desde la ciudad de Orlando, en Florida. La llegada del exmandatario ha sido vigilada en todo momento por un fuerte dispositivo policial montado para evitar manifestaciones y disturbios, en un intento por evitar otro episodio como la invasión forzada a los edificios de los Tres Poderes del Estado brasileño, a principios de año.
El líder de extrema derecha ha pasado los últimos tres meses haciendo vida normal en EE UU, tras haber abandonado el país el 30 de diciembre para pasar las fiestas de Año Nuevo en Florida, una maniobra sorpresiva que le permitió saltarse la investidura de Lula el 1 de enero, en la que por tradición los presidentes salientes acuden al traspaso de poderes. A su regreso, Bolsonaro fue trasladado con un escolta policial, dada su condición de exmandatario, hasta la sede del Partido Liberal (PL), donde fue recibido por su esposa Michelle, sus hijos incluyendo al senador Flávio Bolsonaro, parlamentarios afines y el presidente del partido, Valdemar Costa Neto.
Tras un acalorado reencuentro, Bolsonaro ha salido a las decenas de personas que se habían concentrado en la sede del partido. “Vamos a hacer que ese personal que, por ahora y por poco tiempo está en el poder, no pueda hacer lo que se le antoje con nuestra nación”, ha declarado el líder ultra en la sede del PL en referencia al Gobierno presidido por Lula, que se ha topado con un complicado Congreso gracias a la mayoría conservadora, no necesariamente de partidos bolsonaristas.
Bolsonaro descarta liderar la oposición a Lula
Antes de embarcar en Orlando, Bolsonaro ha dicho a la prensa que no aspira a liderar la oposición del Gobierno de Lula, sin embargo, está dispuesto a compartir su “experiencia” de más de tres décadas en la carrera política para “cambiar lo que necesite ser cambiado” en Brasil. “No se necesita hacer oposición a este Gobierno. Este Gobierno es una oposición por sí sola dada la calificación de aquellos que lo componen”, ha sentenciado el exmandatario.
Bolsonaro ha hecho una rápida valoración de la fuerza política que representa su partido, con 99 de los 513 diputados y 12 de los 81 senadores. Pero ha declarado a CNN Brasil que también tiene la intención de “recorrer Brasil, de hacer política”, tras una estancia de tres meses en la que pasó tomándose fotos con simpatizantes, comiendo en familia en establecimientos de comida rápida y con algunos encuentros con fanáticos y mítines.
Pero la vuelta de Bolsonaro ha generado cada vez más expectativa, después de que en estos meses se hayan agravado sus problemas con la Justicia brasileña, como una investigación por su presunto papel de alentador en los hechos de la irrupción de manifestantes bolsonaristas en los edificios del Congreso, el Palacio presidencial y el Supremo el 8 de enero, apenas una semana después de que Lula ascendiera al poder. Además, el Tribunal Supremo Electoral abrió en enero una nueva causa en su contra por un presunto abuso político y económico durante su campaña presidencial de 2022.
En el Supremo se están procesando cinco causas diferentes, como el manejo de la pandemia y el supuesto genocidio de indígenas en la porción del Amazonas compartida con Venezuela, pero en los tribunales de primera instancia se tramitan otra decena de casos en su contra, ahora como persona común en su primera vez en 30 años que no goza de inmunidad. De momento, no está imputado formalmente de ningún delito.
Hace dos semanas Bolsonaro fue involucrado en un escándalo de presuntas irregularidades con un paquete de joyas regalado por la familia real de Arabia Saudita, que supuestamente no registró legalmente y se lo habría llevado a su residencia. Las joyas consisten en tres cajas de prendas de lujo que los sauditas le regalaron durante su visita oficial a Riad, en 2019. Dos de las cajas fueron transportadas a Brasil en su momento y aprehendidas en la aduana, pero según los medios brasileños, la restante se habría saltado esos controles y Bolsonaro la tendría bajo su posesión. @mundiario
