El éxodo venezolano: los migrantes atrapados entre México y Centroamérica

Migrantes venezolanos varados en México. / RR.SS
Migrantes venezolanos varados en México. / RR.SS

Tras la implementación del nuevo programa migratorio norteamericano, miles de migrantes están varados en otros países sin poder llegar a EE UU ni regresar a Venezuela.

El éxodo venezolano: los migrantes atrapados entre México y Centroamérica

Después de la implementación del nuevo programa migratorio estadounidense, con el que apenas 24.000 venezolanos podrán conseguir una entrada legal y aérea al país, si consiguen un patrocinador, miles de migrantes han quedado en un limbo burocrático: atrapados entre México y Centroamérica.

El 12 de octubre la administración del presidente Joe Biden decretó la entrada en vigor de la nueva política migratoria. Inmediatamente los ciudadanos venezolanos que ingresaran después de esa fecha serían deportados a México, aunque otros migrantes que lo hicieron días antes también han sido expulsados bajo el polémico Título 42, una controvertida medida en pie desde la era de Donald Trump para no admitir el ingreso de ningún extranjero por la frontera sur durante la pandemia por coronavirus.

Se supone que la restricción se basa en la salud pública, pero cientos de organizaciones de derechos humanos han denunciado que se usa indiscriminadamente para deportar a refugiados, y que trunca así sus derechos de buscar asilo. La implementación del parole para los ciudadanos venezolanos conlleva que los no cualificados sean expulsados del país con esta medida.

Desde entonces cientos de migrantes han sido deportados a México, y miles de venezolanos que han atravesado prácticamente la mitad del continente americano a pie, pasando por el mortal tapón del Darién, han quedado a la deriva en la frontera entre el gigante norteamericano y su vecino del sur, que aceptó acoger a los ciudadanos venezolanos en su deportación para expedirles el asilo si lo solicitan o un salvoconducto temporal para salir del territorio, a cambio de cientos de miles de visas de trabajo para ciudadanos mexicanos en EE UU.

Lo cierto es que la aplicación del nuevo programa migratorio sorprendió a decenas de miles de migrantes en tránsito, que ahora enfrentan la difícil decisión de quedarse en el país donde se informaron de la medida, continuar su curso a EE UU, buscar su destino en otro país latinoamericano o la opción de regresar a Venezuela, aunque su territorio la mayoría ha vendido sus bienes y se ha quedado sin trabajo.

La crisis de los albergues

Actualmente el éxodo venezolano en tránsito afronta circunstancias adversas, empeoradas por la incertidumbre. En la frontera norte de México muchos duermen entre el polvo del desierto, debajo de los puentes y a orillas de las carreteras con carteles pidiendo ayuda para resolver su situación migratoria. En el lado sur, con frontera con Guatemala, se han intensificado los operativos para contener el fenómeno, especialmente en el municipio de San Pedro Tapanatepec, donde albergues para migrantes rebasaron la cifra de 16.000 personas, en un pueblo con unos 13.000 habitantes.

En Centroamérica la situación no es mejor. Panamá ha endurecido su postura frente al ingreso irregular de venezolanos provenientes de la frontera norte, con Costa Rica, si no cuentan con una visa que autorice su entrada al país del istmo. La directora del Servicio Nacional de Migración de Panamá, Samira Gozaine. “No se va a admitir a ninguna persona que venga de la frontera Norte a Sur que no tenga visa para ingresar al territorio panameño”, zanjó la directora.

Los migrantes están siendo atendidos en albergues gestionados por la Misión Diplomática de Venezuela en Panamá, según detalló Gozaine, y su país presta ayuda humanitaria para que algunos puedan abordar aviones que los envíen de regreso a casa.

“Es falsa la información que se les está dando de que se les está permitiendo ingresar y que aquí los vuelos son gratis, eso no es cierto, cada persona está pagando su tiquete y solo lo estamos haciendo para aquellos que han entrado dentro del flujo irregular que viene de Sur a Norte”, ha aclarado Gozaine, una versión que avalan medios venezolanos como Runrunes, que indican que los migrantes pagan sus billetes de avión por una cantidad no menor de 180 dólares estadounidenses. @mundiario

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