Los demócratas se impusieron en estados que perdieron en las elecciones del 2016

Elecciones EE UU 2020.
Elecciones EE UU 2020.
El partido de Joe Biden volvió a tomar las riendas de los Estados claves del Medio Oeste cedidos a los republicanos hace cuatro años. 
Los demócratas se impusieron en estados que perdieron en las elecciones del 2016

La victoria preliminar de Joe Biden en las elecciones presidenciales ha cambiado el mapa político de Estados Unidos. El Partido Demócrata ha recuperado presencia en Estados claves del Medio Oeste que perdieron hace cuatro años ante el sorpresivo fenómeno del presidente republicano Donald Trump. 

Según El País, Biden puede terminar llevándose los estados de Michigan, Wisconsin y Pensilvania. Los Estados forman el llamado Rust Belt, el Cinturón del Óxido, junto a Indiana y Ohio, que Donald Trump ha retenido. Esta zona industrial era un sólido bastión demócrata, que encontraba en la clase baja trabajadora un granero de apoyos. 

Otro duro golpe sería Georgia que siempre vota por los republicanos. La última vez que respaldó a un candidato demócrata fue a Bill Clinton, un sureño de Arkansas. En el caso de Biden, ha obtenido importantes victorias en las principales ciudades del Estado, mejorando por mucho la actuación de Hillary Clinton en 2016 en la región. 

La llegada de nuevos perfiles de votantes explica el cambio. El País menciona que son más jóvenes y tienen estudios universitarios. Esto marca una línea con las zonas rurales de uno de los Estados que formaron parte de la Confederación. No solo la demografía explica esta historia. Georgia tiene una mayoría blanca, pero el 51% de los habitantes de Atlanta son afroamericanos.

"Es el caso de Texas, que se daba por descontado que se pintaría de rojo la noche electoral. La pregunta es por cuánto tiempo más. La brecha entre demócratas y republicanos se ha ido cerrando gracias a comunidades cada vez más diversas", analiza el citado medio que agrega Biden ha recortado la diferencia a 6%. Texas tiene 254 condados. 

Florida y Arizona son dos historias distintas. La batalla en estos Estados demuestra que los políticos no pueden considerar al votante hispano como un bloque monolítico. Ahí es cuando Joe Biden y Donald Trump pelean papeleta por papeleta para instalarse en la Casa Blanca. @mundiario

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