¿Es Vizarra un político de palabra?

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Martín Vizcarra. / Facebook
El arte de la mitomanía pareciera ser un estilo de vida en el ex-presidente Martín Vizcarra: fariseo de palabras, sin trance, y sin ningún remordimiento de lo que alguna vez dijo, prometió y juró.
¿Es Vizarra un político de palabra?

“Cumpliendo mi compromiso, porque soy una persona de palabra, muestro aquí al país el decreto supremo que dice ‘convocar a elecciones generales para el 11 de abril del 2021 para la elección del Presidente de la República, vicepresidentes, congresistas y representantes peruanos ante el Parlamento Andino", dijo Martin Vizcarra el 8 de julio de 2020). Y claro, teniendo en vacilación, una encrucijada más en la feroz manía de mentir del expresidente Martín Vizcarra: “Sí (va a haber elecciones). Yo las garantizo. Ayer hubo elecciones en Bolivia. El 3 de noviembre hay elecciones en Estados Unidos. ¿Cómo no van a poder haber elecciones el 11 de abril en el Perú? Por supuesto que sí. Tendrían que sacarme a empujones de Palacio de Gobierno para lograr que no haya elecciones”, señaló aquel día en el programa A pensar más, de Radio Santa Rosa.

En un giro completo, ahora como candidato al Congreso por Somos Perú, este viernes, Vizcarra sostuvo -en un video de Facebook Live- que la segunda ola del nuevo coronavirus justificaría un cambio al cronograma electoral. En ese sentido, propuso que los comicios generales -previstos para el 11 de abril- se realicen el 23 de mayo. Además, sugirió que la segunda vuelta presidencial -fijada para el 6 de junio- corra una semana más y se produzca el 27 de ese mes.

Y haciendo un paréntesis, el candidato al Congreso Martín Vizcarra ha quedado excluido del proceso electoral. Por el momento. Es otra víctima más del formulismo del procedimiento electoral, pero, también, de su propio descuido. Desde el punto de vista del derecho a participar, no debería quedar fuera del proceso. Desde el punto de vista de la ley, debe cumplir escrupulosamente los procedimientos. Como todos.

Algo inviable

Pero aclarando esta situación, de manera legal, es inviable. Para el especialista Jorge Jáuregui Mendieta, es inviable, porque  se interponen el principio de predictibilidad del proceso electoral, que impide la modificación abrupta de normas, y el principio de preclusión, que indica que toda etapa terminada no puede retrotraerse.

“Así como los partidos no pueden modificar sus reglamentos internos o estatutos durante el proceso de elecciones internas, en un proceso general mucho menos se puede modificar la legislación electoral. El principio de predictibilidad implica que las normas estén claras y que no se modifiquen durante el proceso electoral, que inicia desde su convocatoria. Además, agotada una etapa, no se puede retornar a la anterior. Contravenir esto tendría un efecto negativo en la calidad de la democracia electoral”, señaló Jáuregui. Es mucho lo que pide, candidato Vizcarra, que si su posición fuera de ser el gobernador de este humilde pueblo, el discurso sería distinto.

Y agreguemos algunas pinturitas más a este conglomerado de mentiras. En la última entrevista a un diario de alcance nacional el expresidente Martín Vizcarra sostuvo que su patrimonio más importante estaba en Moquegua y que constaba de “un edificio de departamentos, una casa, un terreno y un local heredado por mis padres”, todo adquirido antes del año 2010 cuando estaba en la actividad privada. Agregó que en Lima tenía un departamento en San Isidro que compró cuando vino a radicar a la capital.

¿Cuánto de esto es cierto? Poco. Y es que Vizcarra registró, ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), ser dueño de 26 bienes inmuebles, entre casas, departamentos y estacionamientos, sin las tasaciones de mayoría de esos bienes. Esto como parte de la documentación que por ley debe presentar para participar en las elecciones generales del próximo 11 de abril.

Para poder entender y contextualizar las declaraciones contrarias, atengámonos a lo que está colgado en el portal del JNE, existe una diferencia en comparación a lo detallado en las elecciones generales de este año frente a la declaración jurada del 2016, cuando Vizcarra era candidato a vicepresidente en la lista de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) y alegaba solo contar con 4 inmuebles, es decir, dos casas en Moquegua, un local comercial y un departamento.

Bienes en hojas de vida

Las hojas de vida del exmandatario revelan además que pasó a tener bienes inmuebles en el 2016 de un monto aproximado de S/600,528 a poseer ya en los 2020, propiedades con un valor de por lo menos S/3’445,278.5. Es decir, creció el valor de sus inmuebles en 5.7 veces más, sin una tasación completa de los mismos. Así lo detallan las hojas de vida presentadas por el exmandatario ante el JNE en la sección “Bienes Inmuebles del Declarante y Sociedad de Gananciales”, la cual debe declarar para ser candidato al Congreso en la región de Lima por el partido político Somos Perú (SP).

En la hoja de vida última se consigna que 21 inmuebles se encuentran ubicados en la región Moquegua y 5 en Lima, en el distrito de San Isidro. Cabe referir que 11 de las propiedades ubicadas en Moquegua tienen un valor aproximado de S/ 1’081,795.59. Además, en su hoja de vida publicada en la página web del JNE aseguró que no contaba con sentencias condenatorias firmes impuestas por delitos dolosos y que fue accionista de la empresa CyM Vizcarra SAC, habiendo realizado la transferencia de sus acciones en noviembre de 2018, es decir después de que asumió la presidencia de la República por la renuncia de PPK.

Vizcarra deja la peor crisis económica debido a la  Covid-19, el peor récord de muertos por millón y la más atrasada agenda de vacunación, aunada a las mentiras que uno por uno, están revelándose, el caso “Swing” no lo tocaremos, porque es más amplio para esta modesta columna, sin embargo, debido a todas estas atenuantes, esta es otra razón para pensar que mejor será que no entre al Congreso.
Advertidos estamos. @mundiario

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