Crisis en la frontera: Biden y López Obrador abordan la inmigración por el fin del Título 42
El presidente estadounidense reconoce la volátil e impredecible situación en la frontera con México con el vencimiento de la medida sanitaria que permite las devoluciones en caliente.
Los presidentes de EE UU y México reconocen que la crisis en la frontera entre ambos países podrá convertirse en un tema aún más volátil, debido al cambio de políticas migratorias estadounidenses con el vencimiento del Título 42, una medida sanitaria que permite las devoluciones en caliente, y que será sustituida con un paquete de medidas más severas para controlar el flujo migratorio a lo largo del río Bravo.
Los inminentes cambios migratorios en EE UU se producen en medio de un ambiente de confusión en la frontera, a la que en los últimos días han estado llegando miles de migrantes venezolanos y de otras nacionalidades, a la espera de que a las 23:59 horas (hora del este de EE UU) caduque el Título 42 con la intención de ingresar al otro lado del muro, después de entregarse a las autoridades migratorias estadounidenses.
Por ello, el presidente estadounidense Joe Biden, y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), han conversado esta semana de manera telemática cerca de una hora para abordar puntos cruciales en las relaciones entre ambos países como el tráfico de drogas y armas, la cooperación para el bienestar y la seguridad, la epidemia de fentanilo y la más escandalosa y divisoria en EE UU: la inmigración irregular.
En la llamada, la primera entre ambos mandatarios en seis meses, Biden reconoció que en los próximos días la frontera se sumirá en un “caos” y que ni siquiera las autoridades estadounidenses podrán prever con certeza qué sucederá en estas semanas. “Veremos qué pasará, va a ser un caos durante un tiempo”, se aventuró a afirmar el presidente estadounidense, al tiempo que agradeció al Gobierno mexicano por su colaboración a controlar la crisis migratoria en la región.
Fin del Título 42 en EEUU
La conversación entre Biden y López Obrador se produjo en las vísperas del vencimiento del Título 42, impuesta durante el mandato de Donald Trump y que facilitaba las expulsiones rápidas de migrantes indocumentados sin una orden de un juez de por medio, también sin aceptar las peticiones de asilo de los recién llegados. La puesta en marcha de esta controvertida política desempolvó una medida usada a principios del siglo XX con comunidades asiáticas por medidas de prevención sanitaria, por lo que Trump la declaró en vigencia durante la pandemia por coronavirus en 2020 para controlar los casos.
Sin embargo, la administración de Biden heredó la medida, mientras que los republicanos exigían mayores controles en la frontera sur. Después de ser inhabilitada y de recuperar su vigencia en los tribunales en los últimos meses, el Título 42 llega a su fin este jueves, pero una nueva política la sustituirá: el Título 8.
Se trata de una medida incluso más severa, permitirá la devolución de aquellos migrantes cuyas solicitudes de asilo no hayan sido admitidas a trámite, y por ello las personas que entren por la vía irregular quedarán vetados temporalmente de EE UU (entre tres y ocho años), pero si intentan nuevamente entrar ilegalmente, entonces podrían enfrentarse a penas de prisión en suelo estadounidense.
Según la Casa Blanca, en un comunicado, los dos líderes abordaron “sus esfuerzos para fortalecer la relación bilateral, incluida la importancia de reforzar la cooperación entre Estados Unidos y México para gestionar la migración sin precedentes en la región”, y aseguraron que tratarán la crisis migratoria de manera “ordenada y humana”. @mundiario
