Una ciudad de California da un paso decisivo contra la epidemia de las armas en EE UU

Policía de San José, California. / Michael Patrick en Flickr, Creative Commons
Policía de San José, California. Michael Patrick _ Flickr _ Creative Commons

San José es la primera ciudad norteamericana que exige un seguro de responsabilidad a los dueños de armas de fuego.

Una ciudad de California da un paso decisivo contra la epidemia de las armas en EE UU

El Concejo Municipal de la ciudad de San José, en California, aprobó esta semana una ordenanza que exige a las personas que tengan armas el pago de un seguro de responsabilidad civil, en caso de que sus armas se usen para cometer un acto de violencia.

Además, la ordenanza, que se aprobó el martes 25 de enero, requiere el pago de un cargo anual por posesión de armas. La tarifa sería entre 25 y 35 dólares.

El alcalde de San José, Sam Liccardo, explicó que los fondos recaudados se usarían en programas para prevenir la violencia con armas de fuego y para aliviar los daños causados por las mismas.

Seguro de responsabilidad

Liccardo comparó el seguro de responsabilidad que se impondría a los dueños de armas con el seguro de responsabilidad que deben tener los conductores de automóviles.

También dijo que las personas se sentirían inclinadas a guardar sus armas en cajas fuertes, ponerles aditamentos a los gatillos para que las pistolas y los fusiles no se disparen con facilidad, y tomar clases sobre seguridad con armas de fuego y cómo manejarlas adecuadamente para evitar accidentes.


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Esta medida se produce después que, en junio del año pasado, un hombre mató en la ciudad californiana a nueve compañeros de trabajo a balazos y después se suicidó. La espantosa matanza estremeció a la nación, pero el Congreso de Estados Unidos no tomó medidas para reducir el alto índice de homicidios con armas de fuego. Tampoco lo ha hecho tras otros tiroteos masivos que han horrorizado a muchos norteamericanos, mientras otros no están dispuestos a renunciar a su artillería de ninguna manera.

La ordenanza de San José debe ratificarse el mes próximo, y entraría en vigor en agosto. Como era de esperar, ya ha recibido el firme rechazo de muchos portadores de armas y de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA), la organización que presiona a los políticos para que mantengan las facilidades para adquirir armas en la nación.

 

Los que se oponen a la medida alegan que solo las personas respetuosas de la ley pagarán los cargos, mientras que los infractores no desembolsarán un centavo, y que por lo tanto la norma no servirá para prevenir la violencia. Los opositores han amenazado con presentar una demanda legal contra la ciudad. Alegan que la ordenanza viola el derecho constitucional de tener armas, recogido en la Segunda Enmienda.

El Congreso no hace nada

Pero Liccardo no se arredra. Asegura que las municipalidades deben tomar en sus manos la solución a la violencia, porque el Congreso nacional no está haciendo nada. Y tiene razón.

Aproximadamente 36.000 estadounidenses mueren cada año por armas de fuego, 25 veces más que en otros 22 países desarrollados. Y después que el país cerró el año 2021 con un alza en el número de homicidios, con 12 ciudades superando sus récords en cantidad de muertes con armas de fuego, es evidente que la epidemia de la violencia debe controlarse con medidas decisivas, en vez de seguir invocando una obsoleta enmienda constitucional que data de fines del siglo XVIII, cuando no había armas automáticas ni fusiles de repetición y alta potencia. Es absurdo y peligroso que en Estados Unidos haya más armas que habitantes. San José ha dado un paso firme en la dirección acertada, y esperemos que otras ciudades sigan el ejemplo.


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