Cigarrillos electrónicos en América Latina: la nueva amenaza de las industrias

Joven fuma un cigarrillo electrónico. / Archivo
Joven fuma un cigarrillo electrónico. / Archivo

Las medidas de control protegen a unas 300 millones de personas más que en 2007, pero los cigarrillos electrónicos ponen en peligro estos avances.

Cigarrillos electrónicos en América Latina: la nueva amenaza de las industrias

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó este lunes de los avances obtenidos en cuanto a la vigilancia del tabaco en la región. Y es que, al menos 900 millones de personas de 35 países de América, es decir, el 36% de la población, cuentan con al menos una de las seis medidas de control del tabaco recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que supone un 50% más que las registradas en el 2007.

Sin embargo, el ‘Informe sobre el control del tabaco para la Región de las Américas 2022’ indica que 26 de los 35 países de la región han alcanzado el máximo nivel de aplicación de al menos una de sus órdenes, pero en el aumento de los impuestos a esta industria, han avanzado con lentitud, e incluso, en nueve países no se ha adoptado todavía ninguna normativa.

Estas seis medidas llamadas MPOWER consisten en vigilar el consumo de tabaco y las políticas de prevención, proteger a la población del humo del mismo, ofrecer ayuda para dejarlo, advertir sus peligros, hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio del tabaco y por último, aumentar los impuestos a la industrias tabacaleras, normativas que contribuyeron a reducir el número de consumidores, pasando del 28% en el 2000 al 16,3% en 2020, la segunda cifra más baja del mundo a ese nivel.

A propósito, Anselm Hennis, director del Departamento de Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental del organismo sanitario, sostiene que “el tabaco causa un millón de muertes anuales en la región y es el único producto de consumo legal que mata hasta a la mitad de los que lo consumen”. De hecho, es el principal factor de riesgo en seis de las ocho principales causas de muerte en el mundo. Por tanto, “la respuesta debe ser igualmente agresiva. Las medidas de control funcionan y debemos avanzar más rápidamente en la aplicación de todas ellas”.

Una nueva amenaza

Pese a este pequeño avance, surge una nueva amenaza engañosa que usa la industria del tabaco para ganar consumidores e introducirse en nuevos mercados; los cigarrillos electrónicos.

Ante esta situación, la agencia recomienda a los gobiernos establecer regulaciones que impidan que los no fumadores se inicien en el uso de estos productos, que impidan que el consumo de tabaco vuelva a normalizarse en la sociedad y que protejan a las generaciones futuras.

De igual forma, siete países de América prohíben la venta de sistemas electrónicos de administración de nicotina, sin embargo, quince no imponen ningún tipo de marco regulador para estos productos. @mundiario

Comentarios