CEPAL: “América Latina tardará hasta 2025 para superar la crisis económica provocada por la pandemia”

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Ciudadanos caminando en Sao Paulo, Brasil, en plena pandemia de coronavirus / O Globo.
La principal consecuencia de la pandemia en la región es la pérdida de más de 20 millones de empleos durante el inicio de la crisis ante el pernicioso efecto dominó que paralizó la demanda de consumo por el miedo al contagio.
CEPAL: “América Latina tardará hasta 2025 para superar la crisis económica provocada por la pandemia”

La región más económica, social y políticamente inestable del planeta es actualmente el epicentro continental mundial de una crisis biológica que tiene a la humanidad sumida en la peor descomposición del siglo XXI. Lo que inició como una epidemia, hoy es una pandemia que exacerbó las enormes brechas de la desigualdad que impera en una zona donde el 50% de su población vive en la informalidad. América Latina es una de las caras negativas de esta crisis global.

Y es que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) expuso este pasado martes que la crisis provocada por la pandemia de Covid-19 es más severa que la ocurrida en 2008, por lo que el impacto es tan grave que la región latinoamericana tardará “varios años en recuperarse”.


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Esta declaración implica que desde las altas esferas institucionales encargadas del monitoreo de los ciclos económicos de la región existe una perspectiva de deterioro e involución muy grande en países donde el subdesarrollo ya se había instalado de forma estructural mucho antes de la pandemia, lo cual causó la implosión de tensiones sociales en Chile, Ecuador, Colombia, Venezuela y Perú.   

La directora del organismo, la economista chilena Alicia Bárcena, presentó el Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2020 y en ese informe detalló que “la crisis actual ha sido la peor en los últimos 100 años”. 

Es decir, no se veía una compleja crisis multisistémica de las dimensiones actuales desde hace un siglo, cuando shocks mundiales como la pandemia de influenza de 1918 y la Gran Depresión de 1929, junto a la Segunda Guerra Mundial en 1945 habían causado tanto desempleo, pobreza y hambre por la paralización de los sistemas de vida en todo el planeta, especialmente en una región como América Latina, que históricamente ha estado expuesta a la volatilidad de los mercados y de las grandes potencias internacionales.

"Es claro que esta ha sido la peor crisis en los últimos 100 años, con grandes impactos en lo social y productivo. Lo que vemos con preocupación es que estamos ante una década perdida que va a representar una caída de 9,1 % del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB)", dijo Bárcena. 

Con un estimado de 11 billones de dólares que promedia el valor neto (PIB) del conjunto de las economías de los países latinoamericanos (con Brasil, Argentina, Chile y Colombia a la cabeza), el 9,1% de contracción derivado de la parálisis por la pandemia, podría hundir la economía de la región a un valor de 9,9 billones de dólares.

La investigación del organismo también destacó que “las secuelas y efectos a mediano plazo van a ser mayores porque la crisis va a durar más de lo que se pensaba cuando se decretó la pandemia”. 

Las principales consecuencias de la pandemia en la región es la pérdida de más de 20 millones de empleos durante el inicio de la crisis ante la perniciosa cadena de efecto dominó que paralizó la demanda de consumo por el miedo al contagio, mermó las ventas de las empresas y comercios, tumbó los ingresos, y lastró la rentabilidad de las inversiones, lo cual generó una fuga masiva de capitales que provocó el cierre de empresas, despidos a gran escala y la dependencia extrema de millones de familias de los subsidios de sus Gobiernos, aplicados en Colombia, Perú, Chile y El Salvador.

Según la Cepal, “en lo que va de año se ha registrado el cierre de 2,7 millones de empresas formales y además se desconoce el tiempo que tardarán en recuperar su capacidad productiva, por lo que el desempleo alcanzará a 44 millones de personas”. Esas contracciones equivalen a 2.700 millones de dólares perdidos por los cierres de empresas y 13.200 millones de dólares perdidos en salarios que no se pagaron a causa de la explosión del desempleo.  

"La verdad es que el desempleo preocupa porque hablamos de que creció en esta etapa. Ahora hay 18 millones más de personas desocupadas", indicó la directora. Esta masa social estancada por la crisis multidimensional en la región, agravada por la pandemia, representa unos 5.400 millones de dólares en salarios no remunerados.

Por otra parte, la experta sostuvo que la pobreza tendrá un retroceso de 15 años. "Llegaremos a 231 millones de personas que volverán a los niveles de pobreza que había en 2004, y la pobreza extrema tendrá un retroceso de 30 años hasta alcanzar a 96 millones de personas", precisó. Por lo tanto, se creará así un vacío social enorme en cuanto al desarrollo humano de casi el 50% de la población en Latinoamérica, que se compone de unas 500 millones de personas, aproximadamente. 

"La tasa de la pobreza va a aumentar más en mujeres. Una de cada dos pierde su empleo ya que trabajan en sectores más vulnerables. Además, no se valora su labor de cuidados no remunerado. Por ello, el ingreso básico debe ir dirigido preferentemente a ellas", agregó Alicia Bárcena. Es decir, la Cepal podría abogar por la creación de un subsidio promedio de hasta 150 o 200 dólares como suplemento socioeconómico a la población femenina que no forma parte del mercado laboral, pero que desempeña trabajos de atención y cuidado hogareño-familiar.

El retroceso y la involución ya son estructurales y endémicos en América Latina, pero la pandemia sólo aceleró la llegada de ese umbral de subdesarrollo que ha sido generado como un caldo de cultivo por décadas de corrupción, negligencia, autoritarismo y falta de inversión por parte de muchos gobiernos en la región. @mundiario

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