El caos se apodera de Perú: se intensifican las protestas y enfrentamientos en Lima

Dina Boluarte, presidenta del Perú. / RR.SS
Dina Boluarte, presidenta del Perú. / RR.SS
La segunda jornada de la 'Toma de Lima' ha dejado varios disturbios, incendios y asaltos en la capital y en otras regiones del país, como Puno, Arequipa y Cusco.
El caos se apodera de Perú: se intensifican las protestas y enfrentamientos en Lima

Perú vivió este viernes otra jornada de protestas violentas y cruentos enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad, que han dejado medio centenar de muertos. Tras la ‘Toma de Lima’ del jueves, se ha registrado una nueva ola de violencia en la capital, así como en el resto del país, principalmente en las regiones del sur.

Después de que cientos de personas de varias partes del país se trasladaran hasta Lima, para participar una multitudinaria marcha que pretendía llegar hasta las sedes de los poderes del Estado y obligar a la presidenta Dina Boluarte a dimitir, la resistencia de los controles de las fuerzas de seguridad impidió que la concentración cumpliera su objetivo. No obstante, los manifestantes siguen alojados en los dos principales campus universitarios del país, han salido nuevamente a las calles para exigir el cese del Gobierno, la convocatoria de una Asamblea Constituyente y la liberación del expresidente Pedro Castillo, encarcelado después de intentar un autogolpe de Estado fallido con el que pretendía sortear una moción de censura.

Los manifestantes se han enfrentado nuevamente con los agentes en las principales avenidas capitalinas, donde atacaron el cerco policial con piedras y artefactos pirotécnicos, mientras que los agentes respondieron lanzando gases lacrimógenos. El foco de las protestas continuó alrededor de la plaza San Martín, cercano al corazón de la ciudad, que es donde se encuentras los edificios gubernamentales a los que quieren acceder los manifestantes, como el Palacio de Gobierno y el Congreso Nacional.

En el resto del país se recrudece la violencia. La Cancillería del Perú confirmó en la tarde que un grupo de personas asaltaron e incendiaron el centro binacional de atención fronteriza en Desaguadero en Puno, la región limítrofe con Bolivia que ha acumulado más muertes en todo el territorio nacional. Las autoridades también confirmaron que otro grupo de manifestantes atacaron y prendieron en llamas la comisaría policial de Zepita, también en Puno.

Mientras tanto en Arequipa, la segunda ciudad del Perú, otro contingente de manifestantes intentó tomar por la fuerza las instalaciones del aeropuerto, otra vez. De hecho, la misma situación se repitió en los aeródromos de Cusco y Juliaca, por lo que las operaciones fueron suspendidas en las tres terminales debido al ingreso de los insurrectos. Sin embargo, la Policía consiguió desalojarlos nuevamente de cada instalación aérea.

El Gobierno condena los disturbios

Algunos de los ministros del gabinete de Boluarte ofrecieron un balance de la jornada de protestas de este viernes. El titular de la cartera de Interior, Vicente Romero, detalló que los disturbios registrados en distintos puntos del país en las últimas horas responden a la supuesta intención de beneficiar “determinados intereses políticos” a través de una “acción concertada y planificada”.

“Se pretende chantajear al gobierno de turno mediante la violencia”, dijo Romero, que asegura que esa intención se ve reflejada en los reiterados ataques a diferentes instituciones y la finalidad de la ‘Toma de Lima’ de acceder por la fuerza en las sedes de los tres poderes del Estado. “Evidencian que se quiere desatar el caos”, asevera el ministro.

Las declaraciones de Romero van en sintonía con el mensaje que transmitió la presidenta Boluarte la noche anterior, en la que acusó a los manifestantes de querer “generar el caos para tomar el poder del Perú”. La presidenta ha reiterado que la opción del diálogo sigue sobre la mesa, y ha advertido a los manifestantes que incurran en actos vandálicos serán investigados y procesados “con todo el peso de la ley”.

Una de esas investigaciones seguramente se centrará en el fuerte incendio que consumió un edificio histórico en los alrededores de la plaza San Martín, en la noche del jueves en medio de un enfrentamiento en las protestas. El Gobierno de Suiza ha lamentado la destrucción de la Casa Marcionelli, donde funcionó durante varios años el consulado suizo y parte invaluable del patrimonio cultural peruano, pues perteneció al famoso empresario suizo del Ticino, Severino Marcionelli (1870-1957), que fungió además como cónsul general de su país en la colonia suiza en Perú, que aportó importantes fondos para la beneficencia y contribuyó con el desarrollo minero y agropecuario del país. @mundiario

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