Las acusaciones que Joe Biden y Donald Trump se lanzaron en un debate parejo y discreto

Joe Biden y Donald Trump.
Joe Biden y Donald Trump se enfrascaron en una serie de acusaciones
El demócrata aprovechó el último cara a cara con el presidente para recordarle todos sus errores en estos cuatro años. El magnate republicano intentó recalcar presuntos actos de corrupción de su rival. A 12 días de las elecciones, más de 34 millones de estadounidenses ya votaron en las urnas. 
Las acusaciones que Joe Biden y Donald Trump se lanzaron en un debate parejo y discreto

Joe Biden sorprendió con un estilo frontal contra Donald Trump en el último debate presidencial en Estados Unidos. El candidato demócrata lanzó varios golpes certeros al presidente, a quien le recordó la larga lista de errores de sus cuatro años en Washington. Mientras el republicano, lejos de la agresividad y la estridencia que lo caracteriza cuando está en este tipo de confrontaciones, se limitó a defenderse y a sembrar un manto de acusaciones sobre su rival. Ambos aspirantes a la Casa Blanca tenían un objetivo claro: convencer a esa masa de indecisos que aún no deciden su voto en las elecciones del 3 de noviembre. 

Si el primer cruce predominó el caos y la violencia verbal, el duelo final entre Biden y Trump, realizado en la Universidad de Belmont en Nashville (Tennessee), tuvo un formato ordenado y mesurado. En los últimos días, la Comisión de Debates Presidenciales estableció una regla esencial que evitó las agresiones: los micrófonos del demócrata y el republicano iban a estar silenciados cuando no les tocará responder alguna pregunta de la moderadora Kristen Welker. La dinámica benefició la labor de la corresponsal de la cadena NBC News en la Casa Blanca, quien se convirtió en la segunda mujer negra en arbitrar un debate en Estados Unidos. La primera fue Carole Simpson en 1992. 

La lucha contra la pandemia del Covid-19 encendió la polémica. Biden le enrostró en la cara a Trump su fracaso en el manejo de la pandemia que, hasta el momento, provocó la muerte de 223.000 personas en la primera potencia del mundo. "Volvimos a tener más de 1.000 muertes por día, más de 70.000 casos por día”, apuntó. Pero no se quedó en la crítica: el demócrata propuso el uso masivo y obligatorio de las mascarillas, los testeos rápidos y abrir escuelas y comercios. "Voy a encargarme de esto, de asegurarme que tengamos un plan", añadió.

El republicano defendió su gestión frente al coronavirus. Resaltó que, si no hubiese aplicado una serie de medidas, cerca 2.2 millones de personas hubieran muerto como consecuencia de la enfermedad. “Fui felicitado por muchos jefes de Estado por lo que hicimos", enfatizó. El magnate añadió que la pandemia “está terminando y se irá” y  que “la vacuna llegará pronto”. Además, buscó minimizar los rebrotes en algunos estados como Texas, Florida y Arizona. Rechazó la idea de que el país entre en confinamiento. “La gente está perdiendo su trabajo. Se están suicidando, hay niveles de depresión, abuso de sustancias que son gigantes", le achacó a Biden, quien no descartó la idea de cerrar EE UU si los contagios aumentaban.

China no quedó fuera de la discusión. El diario The New York Times informó sobre la existencia de una cuenta secreta de Trump en dicho país. El presidente trató de bloquear los cuestionamientos de Biden por este tema. Por eso introdujo en el debate las presuntas irregularidades en los negocios del hijo de su rival demócrata, Hunter Biden, con una compañía gasista ucraniana, Burisma. “Su hijo no tuvo un trabajo en su vida y en cuanto él es vicepresidente lo contratan”, lanzó. 

El exvicepresidente respondió que "nunca he recibido ni un centavo del extranjero en toda mi vida”. Para complementar el golpe, Biden le recordó a Trump la falta de transparencia con sus declaraciones fiscales.  "Yo he entregado todas mis declaraciones de la renta de 22 años y usted no ha entregado ni una sola. ¿Qué está escondiendo? Rusia le paga a usted mucho, China también le paga mucho a través sus negocios”, remató. 

Biden y Trump también se enfrascaron en acusaciones cuando abordaron sobre la seguridad nacional de EE UU. En este pasaje se tocó lo informado por el FBI en referencia a que Rusia e Irán buscan interferir en las elecciones presidenciales. El demócrata criticó al presidente por no condenar estas acciones de Moscú y Teherán.  “Rusia no quiere que yo sea Presidente porque yo los conozco bien. No sé por qué Trump no quiere enfrentarse con Putin”, declaró.  En cambio, el magnate replicó al acusar sin pruebas a Biden de “recibir 3,5 millones de Rusia” y aseguró que “nadie es más duro” con Moscú que él. 

El último duelo entre el demócrata y el republicano se realiza a 12 días de las elecciones. Resulta imprevisible si este cruce pueda cambiar las tendencias que, por ahora, favorecen abrumadoramente a Biden sobre Trump. Hay pocos indecisos y más de 47 millones de estadounidenses ya depositaron sus votos en las urnas. Si no hay inconvenientes, la Casa Blanca tendría un nuevo inquilino el próximo año. Sin embargo, la experiencia del 2016 provoca que se tome con pinzas, por ahora, el escenario electoral que le pinta bien a los demócratas. @mundiario 

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