El Banco Central de Venezuela discute con bancos privados un plan de dolarización para 2021

Dólares.
Billetes de 100 dólares estadounidenses, los de más alta denominación, siendo contados en un negocio en Caracas, Venezuela / El Nacional.
2021 podría ser un año histórico en el que la economía venezolana termine de mutar definitivamente hacia el uso pleno oficial de la divisa más poderosa e influyente de la era moderna y del actual sistema capitalista global.
El Banco Central de Venezuela discute con bancos privados un plan de dolarización para 2021

Lo que parecía un cambio inminente en la economía más inestable y destruida de América, ya es una realidad que podría instalarse en este país sudamericano a partir del próximo año, pues el desgaste socioeconómico que azota a su población ya es humanamente intolerable. La hiperinflación, el desempleo, la pobreza, el alto costo de la vida y el deterioro de los servicios públicos no dan tregua.

Y es que el Banco Central de Venezuela (BCV) habría convocado desde este pasado martes a varios ejecutivos de los bancos privados locales más importantes (BOD, Banesco, Provincial, Mercantil, entre otros) con el fin de discutir lo que aparenta ser un plan para dolarizar las transacciones, los depósitos y todo el flujo de dinero bancario a nivel nacional en 2021, según reveló la agencia estadounidense Bloomberg.

Esta eventual medida implica que la autoridad monetaria venezolana -responsable de haber causado e inducido la destrucción, devaluación e hiperinflación de la moneda nacional, el bolívar, pulverizando el valor del trabajo, el poder de compra y la capacidad de la población venezolana para mantenerse- estaría reconociendo de facto que es necesaria una evolución que permita reducir la presión que la enorme saturación de dinero devaluado ejerce sobre la destruida economía del país, que ha perdido el 70% de su valor y su tamaño (producto interno bruto) desde 2014.

“El encuentro se llevó a cabo para discutir la creación de un sistema de compensación y liquidación en dólares estadounidenses a partir del próximo año”, dijeron a Bloomberg cinco fuentes con conocimiento cercano del asunto.

Si bien ese medio detalló que dicha medida sería un paso importante para formalizar las transacciones en dólares en el sistema bancario de Venezuela y dolarizar oficialmente el país, la realidad es que se trata de un mecanismo de alivio macroeconómico relativo que el régimen de Nicolás Maduro, presidente de facto, busca instalar para captar ingresos en la divisa norteamericana ante el efecto bloqueo de las sanciones de Estados Unidos sobre sus exportaciones e importaciones de petróleo, que le impiden generar rentas en dólares y eso obstruye la capacidad de su gobierno para sostener económicamente los monopolios de la estructura militar que lo mantiene en el poder. 

El hecho potencial de que este puede ser el preludio de una dolarización formal, legal y definitiva en el país ha sido pronosticado por las cinco personas cercanas con las reuniones entre el BCV y los bancos privados locales, que pidieron a Bloomberg no ser identificados por temor a represalias del régimen de Maduro debido a que la propuesta no se ha hecho pública de manera oficial a través de los medios de comunicación controlados por el Gobierno, especialmente la televisora estatal VTV.

“Al menos cinco bancos privados se han reunido con funcionarios del Banco Central de Venezuela en las últimas semanas”, dijo una de las fuentes. Por lo tanto, se trata de un proceso de negociación mediante el cual las entidades financieras deben establecer con el BCV las condiciones en que funcionará el sistema y qué tanta rentabilidad por tasas de interés y comisiones recibirán los bancos que lleguen a ser intermediarios entre los créditos del Banco Central y las empresas solicitantes, pues el monopolio de los dólares, e incluso de los euros, en Venezuela es controlado por el ente emisor, influenciado políticamente por el gobierno de Maduro. 

Pero la dinámica de ese eventual sistema podría basarse en que el Banco Central se convertiría en una cámara de compensación, es decir, de pagos en dólares, permitiendo, facilitando y agilizando transacciones instantáneas entre bancos privados y empresas dentro del país. 

De esta forma, circularía la divisa estadounidense con un mayor volumen y sería eliminado el mercado negro que concentra más de 2.000 millones de dólares en liquidez de efectivo vendidos a una tasa de 700.000 bolívares por divisa, que agita la demanda de los venezolanos sedientos de comprar dólares para proteger el valor de sus ahorros, de sus negocios, de sus patrimonios y de sus ingresos ante la extrema devaluación diaria de la tradicional moneda local. 

“Este plan también permitiría a los bancos ofrecer préstamos en dólares, lo que podría impulsar un mercado crediticio local moribundo. La moneda local, el bolívar, coexistiría en ese nuevo sistema bancario”, dijeron dos de las fuentes consultadas por Bloomberg. 

No obstante, ese mecanismo podría tener una falla estructural muy importante, y es que generaría una circulación híbrida que aún mantendría con vida al bolívar, lo que haría permanecer la inflación y no permitiría la circulación plena del dólar para convertir y denominar los mermados salarios de la población en la moneda estadounidense a fin de mejorar su poder de compra y su calidad de vida socioeconómica, pulverizados por la salvaje hiperinflación del 50.000% anual que el Banco Central creó desde hace tres años. 

Venezuela atraviesa por una extrema crisis económica que tiene al 96% de su población en una situación de pobreza de ingresos, mientras que el 71% ya vive en el umbral de la pobreza extrema. El salario diario en bolívares de un trabajador venezolano equivale a 0,03 dólares, muy por debajo de los 2 dólares diarios que el Banco Mundial establece como el índice límite para determinar cuando una persona es monetariamente pobre.

Paradójicamente a esa realidad tan negativa, más del 60% de las transacciones en los comercios en Venezuela se realizan en dólares, según un estudio de la firma de análisis financiero nacional Ecoanalítica. 

2021 podría ser un año histórico en el que la economía venezolana termine de mutar definitivamente hacia el uso pleno oficial de la divisa más poderosa e influyente de la era moderna y del actual sistema capitalista global. @mundiario

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