Razones por las cuales es mejor evitar la leche
Algunos estudios sugieren que la ingesta de leche en la edad adulta no solo no resulta esencial, sino que, además, si se toma en exceso, puede tener efectos adversos.
Dos tercios de la población mundial no consume leche debido a la intolerancia a la lactosa. Y esto no es nada de sorprender. Además, esto no impacta de forma negativa en su salud, pues, siguiendo una dieta baja en carnes rojas y rica en plantas, con actividad física regular, se pueden mantener los huesos fuertes a medida que se envejece.
Consumir leche en la edad adulta es una adaptación genética reciente, pero, solo en el proceso evolutivo, solo una minoría de humanos la posee. De acuerdo con algunos estudios, la ingesta de leche no reduce el riesgo a padecer fracturas, mientras que sí puede aumentar las probabilidades de sufrir cáncer de próstata.
Es destacable que la leche contiene lactosa, la cual es un azúcar que se forma por el ensamblaje de una molécula de glucosa y otra de galactosa. En el caso de los niños, esta lactosa no representa un problema, ya que producen lactasa, una enzima que descompone tal azúcar y facilita su absorción por el intestino.
Las personas dejan de producir lactasa
No obstante, a medida que se envejece, son muchas las personas que dejan de producir la lactasa y cuando esta no es digerida, entonces es fermentada por las bacterias intestinales. Por ello es que la persona puede padecer de molestias como flatulencia, hinchazón e incluso diarrea.
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Queda constancia de estos detalles por el hecho de que un 65 % de la población a nivel mundial no es capaz de digerir la leche y padece de los efectos mencionados. Es decir, la intolerancia a la lactosa es más común de lo que se piensa, ya que, se considera que, a partir de los seis u ocho años, ya se pierde la capacidad de digerir la leche.
Finalmente, cabe destacar que, desde la perspectiva biológica, la leche es un alimento principalmente destinado para los niños, y que solo una minoría de los adultos puede consumir. Aunado a ello, la leche cruda se contamina de forma rápida, lo cual no ocurre con el caso del yogur y el queso. Por ello, la leche se ha asociado a enfermedades grades y solo con la introducción de la pasteurización fue que comenzó a integrarse a la dieta occidental. @isbe_inspira en @mundiario
