Los hosteleros franceses deben informar sobre el origen de sus carnes

Empaques de carne. / Pxfuel
Empaques de carne. / Pxfuel
Hasta ahora solo se exigía para la carne de vacuno, y ahora la medida se amplía en Francia a las carnes de ave de corral, ovejas, cerdos y cabras.
Los hosteleros franceses deben informar sobre el origen de sus carnes

A partir del 1 de marzo de este año, los locales de restauración franceses (así como los comedores escolares) deberán informar, vía etiquetado, del origen de las carnes servidas en los platos que se consumen en sus establecimientos. Esta medida viene obligada por un Decreto nacional en el país, y amplia las medidas ya vigentes que existen en toda la Unión Europea.

A raíz de la aparición de la crisis por las vacas locas, por el año 2002, se obligó a toda la UE a llevar la trazabilidad de las carnes de bovino, desde el nacimiento del animal, crianza y sacrificio. De éste modo hace ya más de 20 años, en cualquier local de restauración de Europa, la carne cruda de bovino debe estar informada, hasta la hora de su consumo.

Ahora, nuestro vecino francés ha dado un paso más, y por Decreto, obliga a los locales de restauración a informar al consumidor (si éste solicita) más datos sobre la carne que está consumiendo. Así, además del bovino, ahora se deberá informar al cliente que lo requiera (en los establecimientos de hostelería), de donde fueron criados y donde sacrificados las carnes de ave de corral, ovejas, cerdos y cabras. Este decreto se aplicará a las carnes que se compren crudas, y no a las carnes compradas ya preparadas o cocinadas.

Los franceses reclamaban este Decreto Nacional (que no comunitario) hace tiempo, y la razón que exponen es que les "tranquiliza" saber de dónde procede la carne que comen en el establecimiento de hostelería. Hay un claro interés en la población por consumir carnes procedentes de Francia. “Es un país muy concienciado de que la nutrición tiene un importante impacto en la salud”, comenta el ministro de Agricultura, Julien Denormandie.

A tenor de las cifras ofrecidas por el Ministro, Francia recibe casi un 50% de carnes de ave de corral de Brasil o Ucrania (me imagino que desde que comenzó la desafortunada guerra de Ucrania, pocos pollos han exportado los ucranianos). El ciudadano aboga por una carne propia del país, más cara pero con mayor calidad, mejor nutricionalmente (hablan de que en Sudamérica aún engordan animales usando antibióticos) y menos contaminantes.

¿Se imaginan aquí en España llegar a un restaurante y pedir información acerca de donde se ha criado y donde ha sido sacrificada la carne que está humeante en nuestro plato, y el camarero (con suerte el metre) nos indique dicha procedencia y matadero? Buena lección nos dan los vecinos, que respaldan dar un paso más a la hora de informar al consumidor que come fuera de casa.

Después, cada uno será muy libre de elegir la carne que desea comer en su restaurante o bar favorito, o lo que quiera pagar, claro está. Eso de momento, nos queda lejos, desgraciadamente. Pero la ciudadanía en España lo está demandando y es una mejora en el servicio al consumidor cada vez más exigente y riguroso con lo que quiere comer.

Señor Garzón, Ministro de Consumo, ¿por qué no se dedica a impulsar decretos como este de nuestros vecinos? Soy consciente de que muchos consumidores españoles están muy interesados. De esta forma no le daría tiempo a hacer entrevistas a medios extranjeros, tirándose piedras a su propio tejado. O sea a España. @mundiario 

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