He aquí por qué tu segunda taza de café nunca es tan buena como la primera

Café Kopi Luwak  / Pixabay.com
Café Kopi Luwak / Pixabay.com

Todos lo sabemos, pero no lo decimos. ¡A que a ti también te pasa!

He aquí por qué tu segunda taza de café nunca es tan buena como la primera

Dime si este escenario te suena familiar: cada mañana cuando me levanto, preparo unas tostadas y me sirvo una taza de café. Después de agregar azúcar y leche, tomo ese primer sorbo, y pareciera que fuera la primera vez que tomo café en mi vida, es la perfección absoluta. Es como si la vainilla, el azúcar, la leche y los granos de café fueran hechos para que yo los probara esa mañana.

Pero luego, cada sorbo posterior es un poco menos satisfactorio. Creo que tal vez pueda recrear esa experiencia con otra taza de café preparada exactamente como lo había hecho antes, pero nunca es lo mismo, al menos hasta la mañana siguiente. Siempre pensé que era solo yo siendo quisquillosa, pero resulta que hay un par de explicaciones detrás de por qué el primer sorbo sabe mejor.

Recuerda: la cafeína es una droga

Como a menudo olvidamos, la cafeína es en realidad una droga. Puedes experimentar síntomas de abstinencia de cafeína y experimentar una respuesta de dopamina cuando finalmente la vuelves a tener. Ese primer sorbo es equivalente a que alguien tenga su primer cigarrillo después de pasar todo un día sin fumar.

Cuanto más tomas, menos especial es

Eso no es lo único que afecta la disminución de la maravilla de la primera taza. Esta experiencia está relacionada con un concepto en economía de "disminución de la utilidad marginal". 

La definición de disminución de la utilidad marginal es bastante impactante: la utilidad marginal de un bien o servicio disminuye a medida que aumenta su oferta disponible. Los actores económicos dedican cada unidad sucesiva del bien o servicio a fines cada vez menos valorados. 

Si eso no tiene sentido para ti, permíteme darte un ejemplo del concepto en acción: durante las vacaciones, siempre hay ese plato delicioso que no aparece en ningún otro momento del año, como la comida de las fiestas navideñas. Bien, la anticipación de esperar casi un año para volver a probar ese sabor, combinado con tus papilas gustativas, cerebro y estómago para obtener esa recompensa tan pronto, no es nada comparado con el hecho de tener una ruptura más significativa del ayuno solo dos horas antes. Esa es una utilidad marginal decreciente.

En resumen, para muchos de nosotros ha sido un año agitado y, con estos momentos en que las cosas no parecen tan seguras como podrían serlo, es posible que tu hábito mañanero que tenga un significado especial. ¡Que nada te impida seguir tomando tu café!  @mundiario