He aquí por qué los niños japoneses son los más saludables del mundo

Niños comiendo. / Pexels.com.
Niños comiendo. / Pexels.com.
Cuando se trata de vivir una vida larga y saludable, deberíamos aprender de los mejores, ¿de acuerdo?
He aquí por qué los niños japoneses son los más saludables del mundo

Aprende de lo que funciona

Todos queremos que nuestros hijos estén sanos y felices, pero la comida, lo que debería alimentar a la próxima generación, se ha convertido en un campo de batalla para muchas familias y en una fuente de mucha confusión y controversia en los medios. Según los resultados de un importante estudio de salud a nivel mundial publicado en The Lancet, si eres un niño nacido en Japón hoy en día, se espera que disfrutes tanto de la vida más larga como de la más saludable, y los patrones de estilo de vida y alimentación son una gran razón. 

A pesar de que la obesidad infantil y la incidencia de diabetes se disparan en todo el mundo, los niveles japoneses de obesidad infantil históricamente han sido mucho más bajos, y de hecho han disminuido en general en los últimos años. Por eso, decidimos reunir algunas lecciones en siete pasos prácticos que todos los padres pueden tomar para nutrir la salud de sus hijos.

1. Haz que las comidas familiares sean más satisfactorias

La alimentación al estilo japonés es muy eficiente, ya que es abundante y ofrece un paquete de nutrientes de alta calidad. Cuando te llenas de las cosas buenas que tu cuerpo necesita, naturalmente tendrás menos antojos (y menos espacio). 

Pero no tienes que comprar algas, sushi y tofu para alimentar a un niño sano, solo modifica los hábitos alimenticios de tu familia en una dirección más saludable. Sirve más alimentos de origen vegetal como frutas, verduras, frijoles, granos integrales y grasas saludables, como pescado rico en omega 3 saludable para el corazón y alimentos menos procesados ​​con azúcares y sal añadidos.

Este patrón de alimentos es relativamente bajo en calorías, alto en nutrientes y se llena más eficientemente al ser más bajo en densidad de calorías o "calorías por bocado". Esto ayudará a minimizar los riesgos de obesidad y a los huéspedes de enfermedades que desencadena, y maximizar la probabilidad de una vida larga y saludable. Un secreto: la base de comida predeterminada de Japón es el arroz, mucho más que pan o pasta. La ventaja del arroz de grano corto al estilo japonés, es que es rico en agua cuando se cocina, es esponjoso y tiene una densidad de calorías mucho menor que el pan. 

2. Celebra comer, junto con moderación flexible

Anima a tu hijo a disfrutar de golosinas y bocadillos ocasionales, pero en las cantidades y frecuencias adecuadas, que son mucho más pequeñas y menos frecuentes en Japón que las que son típicas en Occidente. 

No necesitas esforzarte tanto. Mantén una actitud relajada, para que tu hijo pueda relajarse y sentirse cómodo comiendo. Muéstrale a tu hijo que te gusta comer y que la comida tiene un sabor maravilloso. Incluso cuando estás ocupado, establece un horario de comida específico para que puedas sentarte y comer con tu hijo al menos una vez al día. La investigación sugiere que los padres deben “aligerar” los hábitos alimenticios de sus hijos, reducir el estrés y la presión de los alimentos, y simplemente disfrutar de comer juntos en familia.

3. Anima a tu hijo a explorar nuevos alimentos

Los gustos y disgustos de la comida de los niños cambian con el tiempo, y los padres pueden guiarlos suavemente hacia patrones más saludables simplemente exponiéndolos a una amplia variedad de opciones y dando el ejemplo. Cuanto antes y más amplia sea la experiencia de un niño al probar nuevos alimentos saludables, más saludable será tu dieta durante la infancia. 

Las oportunidades repetidas para que un niño pruebe nuevos alimentos lo llevan a probar más, comer más y disfrutar más. Esta idea puede inspirarte a seguir tentando a tus hijos con nuevos gustos con el tiempo porque sus gustos pueden madurar, expandirse y cambiar constantemente a medida que crecen, hasta la edad adulta. Los bebés pueden necesitar solo una exposición a un alimento nuevo para aumentar considerablemente su alimentación y su gusto; y los niños mayores de 2 años podrían necesitar significativamente más, hasta 20 exposiciones. 

4. Reequilibra el plato con porciones de estilo japonés

En este momento, la mayoría de nosotros sabemos que el tamaño promedio de las porciones de las comidas en restaurantes se ha descontrolado en los últimos 20 años, lo que nos ha llevado a comer en exceso sin pensar casi todo el tiempo. 

¿Cómo puedes normalizar las porciones? Simplemente dale un descanso a tus platos de servir más grandes y sirve las comidas en platos más pequeños: platos de cuatro a seis pulgadas de diámetro y el cuencos de aproximadamente una a tres pulgadas, con una capacidad de aproximadamente 100 a 200 ml (o aproximadamente tres cuartos de taza). 

La idea de usar platos más pequeños está cobrando impulso en varias organizaciones de investigación dietética. Aparentemente, los niños tienden a no servirse porciones enormes cuando se les deja a sí mismos. Ofrecer a los niños platos más pequeños y dejar que tomen su propia comida podría ser útil para mantener el tamaño de las porciones y el apetito en la perspectiva adecuada. 

5. Haz que tu hijo corra y salte

Es difícil sacar a los niños de sus videojuegos y otras tentaciones tecnológicas, pero realmente necesitan un mínimo de 60 minutos de actividad física de intensidad moderada por día. ¡La clave es hacerlo divertido! Traten de caminar juntos a la escuela o construyan a tiempo para jugar gratis en el patio. Los investigadores han descubierto que Japón tiene tasas excepcionalmente altas (98.3 por ciento) de niños caminando o en bicicleta a la escuela en comparación con otros países de ingresos similares, lo que obviamente está relacionado con los bajos niveles de obesidad infantil en Japón. 

La Organización Mundial de la Salud informa que los niveles apropiados de actividad física para los niños de 5 a 17 años contribuyen al desarrollo de huesos, músculos y articulaciones sanos, así como a un sistema cardiovascular saludable, coordinación y control de movimiento, mejorando el manejo de los síntomas de ansiedad y depresión, y brindando oportunidades para la autoexpresión, interacción social e integración de un niño. 

El hecho es que a los niños les encanta jugar. Es natural para ellos, y encontrarán todo tipo de formas de jugar si se les da la oportunidad. La sabiduría de esto, y la investigación para apoyarlo, es clara: los niños están biológicamente diseñados para moverse, correr y saltar, y cuando lo hacen, se desempeñan mejor en la escuela, son más felices y están más concentrados. Los beneficios para la salud de este hábito de estilo de vida pueden ser importantes para ayudar a dar a nuestros hijos la vida más larga y saludable posible. 

6. Cultiva un estilo de vida familiar envolvente

Crea un entorno hogareño envolvente que apoye alimentos saludables y opciones de estilo de vida. Practica una cocina sana, deliciosa y una comida alegre como ejemplo para sus hijos. La idea de llevar a los niños a la cocina como un camino hacia la salud fue apoyada por un estudio de un grupo de niños de 6 a 10 años publicado en la revista Appetite de agosto de 2014. El estudio dice que involucrar a los niños en la preparación de comidas saludables y equilibradas podría ser una valiosa estrategia de intervención para mejorar sus dietas. 

La idea de comer comidas familiares juntos es una práctica que muchas familias en todo el mundo, incluso en Japón, encuentran cada vez más difícil de lograr, ya que los padres trabajan más tarde y los horarios después de la escuela se llenan cada vez más, pero es un objetivo por el que vale la pena luchar porque los beneficios potenciales para la salud de los niños parecen ser enormes. Un artículo de investigación publicado en la edición de noviembre de 2014 de Pediatrics informó que la calidez, el disfrute grupal y el refuerzo positivo de los padres en las comidas familiares se asociaron significativamente con un menor riesgo de sobrepeso y obesidad infantil. 

7. No seas tímido, demuestra autoridad

Algunos padres se sienten incómodos ejerciendo autoridad sobre sus hijos, pero cuando se trata de transmitir hábitos alimenticios y de estilo de vida a sus hijos, los padres japoneses encuentran el éxito utilizando un enfoque autoritario en lugar de uno autoritario. La crianza autoritaria, iniciada a principios de la década de 1960 por la psicóloga Diana Baumrind, es una manera fácil y efectiva de ser el jefe que necesitan sus hijos sin recurrir a frases como "porque yo lo digo", que pueden erosionar su confianza. 

El modelo autoritario de disciplina se caracteriza por el uso del control firme aplicado y justificado de manera contingente por la explicación racional de las reglas aplicadas de manera consistente. Es posible para nosotros como padres, en cualquier parte del mundo, construir un entorno para niños que, aunque lejos de ser perfectos, pueden inspirarlos a adoptar gustos y hábitos que aumentarán sus posibilidades de disfrutar de una vida tan larga y saludable como les sea posible.   @mundiario

 

 

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