Frutas y verduras con vitamina C

La vitamina C es esencial para un desarrollo normal, así como para el crecimiento en los chicos. Sin embargo, entre tanta bollería y comida rápida, muchas veces olvidamos la importancia que tiene la vitamina C en nuestra vida.

Este tipo de vitamina es hidrosoluble, es decir, se disuelve en agua y no en grasa, como otras vitaminas, por lo que es pertinente que la consumamos de forma frecuente a fin de mantener niveles óptimos en el organismo. Si la consumimos con regularidad, podremos mantener reservas adecuadas en el cuerpo.

Entre las funciones más importantes de esta vitamina, además de promover el crecimiento y el buen desarrollo, esta también contribuye a que nuestros tejidos se reparen de forma mucho más rápida.

La vitamina C es crucial para el buen funcionamiento de los vasos sanguíneos, los ligamentos, tendones, formación de proteínas en la piel, curar cicatrices y sanar heridas, reparar los huesos, los cartílagos y mantener fuertes los dientes. Además, si consumimos esta vitamina, también estaremos ayudando a nuestro organismo a que absorba el hierro de manera más eficiente.

Es por ello que, la vitamina C es considerada como un antioxidante de los más importantes, especialmente para cuidarnos del daño que producen los radicales libres, algo a lo que usualmente estamos expuestos, ya que el simple hecho de recibir radiación o humo de tabaco ya afecta nuestra piel y tejidos, lo cual, al final, acelera el envejecimiento.

Ahora bien, ¿cómo podemos obtener naturalmente la vitamina C? Antes de responder, vale resaltar que el cuerpo por sí solo no la puede producir ni almacenar, así que la alimentación es fundamental.

Algunas fuentes naturales son las siguientes: frutas y verduras, principalmente el kiwi, el melón, las frutas cítricas como las toronjas o pomelos y naranjas, el mango, la piña, la papaya, las moras, arándanos, frambuesas, fresas, sandía y otras.

Igualmente, podemos incluir en nuestra compra algunas verduras, tales como las coles de Bruselas, el brócoli y coliflor. Esta vitamina también está presente en los pimientos verdes y rojos, en la espinaca, los nabos verdes, el repollo, las patatas blancas, el tomate, entre otras. Asimismo, algunos cereales y alimentos también la incluyen, por lo que conviene leer la etiqueta para verificar la cantidad.

Un dato importante es que debemos evitar la cocción de los alimentos que contienen vitamina C por largo tiempo, ya que estaríamos reduciendo el contenido en sí. En estos casos, conviene cocinarlos al vapor. @isbeliafarias90210 en @mundiario