Echa un vistazo al restaurante submarino más grande del mundo
La visión del jefe de cocina Nicolai Ellitsgaard para un restaurante sostenible cobró vida con el vibrante ecosistema más allá de la icónica ventana panorámica.
El aire salado del Mar del Norte se mezcla con espesas nubes grises que se asientan en el fondo, una escena común para el frío paisaje costero. En el extremo sur de Noruega, el primer restaurante submarino de Europa y el más grande del mundo recibió a los invitados este año. Under es el nexo del diseño ambiental, la investigación marina y las presentaciones de alimentos delicadamente ingeniosos.
La experiencia del restaurante submarino
Con reminiscencias de una ballena medio sumergida, la estructura monolítica de casi 111 pies está situada a unos 16 pies debajo de la superficie. La atracción principal, una ventana de piso a techo de 36 pies de ancho, invita a los huéspedes a una vista rara de la vida marina del Océano Atlántico del Norte. Under fue diseñado por Snøhetta, una firma de arquitectura noruega, notable por el rediseño de Times Square.
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"La cena se sirve en uno de los edificios más espectaculares que se haya creado para un restaurante", escribió el cliente Andreas de Dinamarca. "Es un poco como un búnker de hormigón que se dejó caer en el océano y se inclinó para que sobresalga un extremo".
El medio ambiente fue muy considerado en el diseño de Under. El exterior del restaurante eventualmente se integrará en el ecosistema como un "arrecife artificial, que da la bienvenida a las lapas y las algas para habitarlo", según el sitio web del restaurante submarino. La ubicación también fue un factor importante. Los huéspedes pueden ver las corrientes en conflicto en el fondo del océano, ya que Lindesnes, Noruega, es famosa por su clima cambiante e intercepta la Corriente del Golfo.
El diseño
Las aguas heladas chocan contra las rocas oscuras y luego se retiran cuando los invitados ingresan al interior. El primer piso está compuesto completamente de roble con un vestíbulo y guardarropa. Un paseo hasta el segundo piso, que alberga un bar de champán, colocará a los invitados en un limbo de agua y tierra. Luego, los invitados descienden al último piso, donde la vista panorámica icónica es vista por no más de 40 invitados.
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El chef jefe Nicolai Ellitsgaard dice: “Los ingredientes frescos y los sabores puros y desnudos son de suma importancia para nosotros. Al mismo tiempo, queremos ofrecer una experiencia gastronómica única que atraiga a nuestros huéspedes más allá de su zona de confort ". Fiel a su estructura, por debajo de las expectativas de la cena convencional en la superficie del agua. Se sirven un total de "18 cursos de inspiración estacional", lo suficientemente pequeños como para dar a los invitados un sabor pero lo suficientemente frecuentes para mantenerlos llenos. Es similar a su predecesor, el restaurante submarino en las Maldivas, uno de los 10 restaurantes más extraños del mundo.
La misión de sostenibilidad
Una parte central de la visión del restaurante submarino es la sostenibilidad. Casi todos los platos provienen de partes de la vida marina local que no se usaron o se desperdiciaron, por ejemplo, la carne de garganta de un pez cocodrilo o verduras de playa localmente alimentadas, escribió la clienta Elizabeth de Seattle. El menú gira con las estaciones, ya que sus platos están vinculados a la flora y fauna disponibles que se pueden ver desde la ventana. Ellitsgaard dice que "el área local es conocida por sus abundantes variedades de hongos silvestres y bayas suculentas" también.
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Lo que puedes esperar en el restaurante submarino
El día que abrió, el restaurante tenía más de 7,000 reservas, y es conocido por meses de tiempo de espera.
Aunque la espera es larga (el restaurante submarino está casi completamente reservado hasta enero de 2020), esos meses le darán tiempo para ahorrar por el alto precio. Una comida con bebidas cuesta alrededor de $ 430 o $ 260. Si decides dar el paso, la dirección del restaurante submarino es Bålyveien 48, 4521 Lindesnes, Noruega, que está a aproximadamente una hora y veinte minutos en coche del aeropuerto más cercano. @mundiario
