Cómo hacer croquetas caseras y no fallar en el intento

Croqueta del bar Ceyjo. / Cocina con David-TripAdvisor
Croqueta del bar Ceyjo. / Cocina con David-TripAdvisor
Una croqueta typical spanish debe partir de una cremosa bechamel, seguir con un buen rebozado y terminar con una fritura que las deje crujientes.
Cómo hacer croquetas caseras y no fallar en el intento

En España, una croqueta debe partir de una buena bechamel, una salsa muy espesa que data del siglo XVII y fue descubierta en Francia. Actualmente, esta fritura podemos encontrarla en cualquier parte del mundo pero ninguna es igual a otra. Lo que sí tienen en común casi todas ellas es que la base de la croqueta no es la bechamel como en España, sino el puré de patata. En ese puré se realiza la mezcla con diversos ingredientes. Por tanto, podemos decir que las croquetas españolas son únicas en el planeta.

Su carácter especial las convierte también en algo más difícil de hacer de lo que aparenta a simple vista. Quién no ha comido una croqueta que bien podría usarse de arma blanda o incluso de argamasa para revestir la pared de un garaje, por ejemplo. Muchas veces, este engendro de creación suele salir de nuestras cocinas. Es la verdad. Así que, resolvamos de una vez por todas los trucos para conseguir hacer en casa las croquetas de las que sentirse orgulloso. Y como damos por hecho que usted sabe hacer unas croquetas, pasamos directamente a los trucos.

Cómo debe quedar una masa de croqueta

Esta es la que hará que su croqueta sea comestible o no y consiste en hacer una bechamel (no sirve comprarla). Lo importante es encontrar el punto entre lo líquido y lo pastoso. No debemos llegar a ninguno de los dos extremos, ya saben que los extremos son malos para todo en la vida. Por tanto, si usamos una varilla metálica, nuestra salsa debe resbalar por el instrumento con untuosidad.

Por favor, nada de grumos. Si usted no quiere marca bíceps, un truco sencillo es echar mano de la batidora eléctrica para eliminar cualquier grumo indeseado.

Cómo rebozar una croqueta

La masa, previamente reposada en el frigorífico durante 24 horas, que se va usted a encontrar va a ser algo más compacta de lo que dejó y eso está bien y necesario. Si estuviese líquida sería imposible de manejar. Malo será si nuestra masa es tan “dura” como la de unas rosquillas, por ejemplo, habremos hecho la argamasa de la que hablábamos al principio.

Un buen rebozado consistirá en mojar nuestra bolita, u otra forma más alargada, en huevo y después en pan rallado. Uno de los trucos clásicos es volver a pasarla por el huevo y nuevamente por el pan rallado para que queden más crujientes después de fritas.

A congelar. Una vez todas las croquetas listas, ¡a congelar! Con este truco se logrará un acabado más profesional al freírlas congeladas.

Cómo freír una croqueta

Solo meterlas en el aceite cuando este esté bien caliente, chisporroteando y en una sartén honda o cazo pequeño en donde el aceite pueda cubrir toda la croqueta.

No freír muchas croquetas a la vez ya que el aceite disminuirá de temperatura y no se harán bien o se romperán. No hay nada peor que unas croquetas de queso azul rotas.

Cuando estén doradas las posamos sobre un papel de cocina para que absorba el exceso de aceite y estarán listas para comer. @mundiario

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