Marivent, el eco de un palacio para la reina Sofía, sola en Mallorca

La Reina de España, sola en Marivent, despliega su agenda social.
La Reina de España, sola en Marivent, despliega su agenda social.

Tras el fugaz paso del Rey Juan Carlos, las infantas y Letizia y la estancia algo más larga del Príncipe Felipe y sus hijas, la reina Sofía es la única en Marivent.

Marivent, el eco de un palacio para la reina Sofía, sola en Mallorca

Como si nada pasase, como si todo fuera igual, como si la historia y trama de príncipes y princesas en un lugar lejano llamado Mallorca disfrutando de su palacio fuera todavía real…

La realidad es que no. El Rey ha cumplido con las autoridades locales y con su face to face veraniego con Rajoy y, según dicen, ha vuelto rápidamente a Madrid para hacer ejercicios de rehabilitación para mejorar esa cadera. Los Príncipes de Asturias hicieron lo que tocaba, posaron y se retiraron a descansar con Leonor y Sofía a otro lugar. Elena pelando con el traste y poco aplicado Froilán que no da una y Cristina que ya juega en segunda división y afrontando su particular concurso de acreedores.

Queda ella, la que siempre está en segundo plano, la que nunca tuvo que pedir perdón ni decir no volverá a pasar, la que cumple, cumple y ¿he dicho cumple? a pesar de los pesares, esos que seguimos sin nombrar, dios sabe por qué extraña razón, pero que todos sabemos de qué se trata. Sí, es la reina doña Sofía a las que muchas páginas de los principales diarios y del papel couche consuelan porque se ha quedado sola en Mallorca. Sin embargo, si pensamos bien como ha sido este añito para la familia real, en concreto para la que siempre cumple, ¿no será, allí sola en Mallorca donde Sofía se sentirá una reina? La monarca, que es la única que cumple con el mes de agosto casi entero en la isla, ha visitado este lunes los proyectos de Cáritas. 

Doña Sofía cumplía así con los compromisos humanitarios que cada año realiza en la isla balear. El lugar elegido esta vez han sido las dependencias de la Fundación Joana Barceló, de Cáritas Mallorca, en las que se desarrollan cursos de aprendizaje y actividades dirigidas por voluntarios y profesionales destinadas a los sectores más desfavorecidos de la isla.

También ha podido conocer la tarea que se realiza en el taller de confección Koluté, en el que cuatro inmigrantes que en su país eran modistas, aprenden el método de costura europeo, que es mediante patronaje.

La foto ya es distinta

El 29 de julio llegaban a la isla la Reina y la Infanta Elena con sus dos hijos. Sin salir del aeropuerto, esperaron a los cuatro hijos de los duques de Palma que venían solos desde Barcelona, donde se quedaron sus padres. Doña Sofía solo tuvo dos días para disfrutar de ver a sus nietos mayores reunidos, porque Juan, Pablo, Miguel e Irene Urdangarín regresaban a la Ciudad Condal el 31 para celebrar con una cena familiar el santo de su padre. El palacio volvió a parecer algo vacío hasta que el 3 de agosto recibió encantada a las Infantas Leonor y Sofía, que llegaron en compañía solo del Príncipe Felipe. Y de nuevo una reunión efímera, porque el día 5, casi al tiempo que la Princesa de Asturias aterrizaba en Palma, doña Elena y sus hijos dejaban la isla para seguir sus vacaciones: la Infanta en los Pirineos con unos amigos y Felipe y Victoria en Sotogrande con su padre, Jaime de Marichalar. Y el Rey, recuperándose.

 Quizás todo se resuma en que cada año que pasa, la Reina es más Sofía pues, aunque se empeña, nada volverá a ser como antes. Ahora el papel de reina da paso a la verdadera majestuosidad de Sofía: La culta, la cosmopolita, viajera, amante de los animales, con una sensibilidad ante lo sublime especial, con un conocimiento de la música y el arte profundo; esa que pertenece de forma permanente al club a la más selecta élite del mundo financiero, industrial, político y de medios de comunicación, a uno de los lobbies que mueve el mundo; la reina del Bildeberg.

Su Majestad, las coronas son pesadas, los tronos ya no brillan ni el -érase una vez- corresponde ya al -vivirán felices-; y usted lo sabe. Seguro los españoles apostarían por líderes como usted –mucha competencia no tiene, la verdad- pero, como nosotros, esos de la prensa también sobreviviendo a una profunda crisis, ¿no les tocará un real cambio de modelo de negocio? Es que podría ser el eco, ese que escucha Sofía en soledad dentro de los muros de Marivent una señal más que ayude al proceso de cambio que tanto necesita esta institución. Podría ser algo que una aquel pasado glorioso con un futuro, de momento, incierto. Clave que haría quedar, no a Sofía, si no a la empresa para la que trabaja, la monarquía, como una reina.

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