El liberal 'The Economist' le dice a Rajoy algo que la derecha mediática suele eludir

Mariano Rajoy, presidente del Gobierno español.
Mariano Rajoy, presidente del Gobierno español.

Falta mucho para las generales, que es donde puede caer o no el Gobierno del PP. Otra cosa es que caiga antes Rajoy y el PP acuda a las elecciones con Feijóo o Soraya al frente.

El liberal 'The Economist' le dice a Rajoy algo que la derecha mediática suele eludir

Falta mucho para las generales, que es donde puede caer o no el Gobierno del PP. Otra cosa es que caiga antes Rajoy y el PP acuda a las elecciones con Feijóo o Soraya al frente.

El semanario liberal The Economist, cuya cabecera data de 1843, ataca al conservador Mariano Rajoy. Su argumentación es conocida –en España sigue habiendo mucho paro, la corrupción es alarmante, etcétera-, pero tiene dos valores añadidos: es una publicación que llega en vena a los principales inversores del mundo y su crítica al Gobierno español no parte de postulados de la izquierda, sino desde una concepción liberal de la economía, también de la sociedad.

En España, a pesar de su aparente diversidad mediática, no hay medios como The Economist, de ahí que llame tanto la atención cómo dice las cosas una revista que en el fondo defiende la libertad de mercado y coloca la propiedad privada entre sus prioridades editoriales. Tal vez en España no hay medios así porque tampoco existe una derecha liberal que, al estilo de The Economist, defienda sin ambigüedades la separación de poderes entre la Iglesia y el Estado o la libertad de prensa, entre otras libertades esenciales. Ni siquiera el emergente Ciudadanos ocupa exactamente ese genuino espacio político liberal.

Pero vayamos al fondo de la cuestión. Lo que viene a decir The Economist desde el punto de vista de la economía no es nada que no se haya dicho miles de veces desde la Oposición o por parte de muchos analistas. Un país serio no puede hablar de recuperación con la tasa de paro que tiene España. Otra cosa es su análisis político, donde está por verse que acierte cuando da por hecho que el futuro del Gobierno del PP es tan incierto como el de los trabajadores españoles. No vaya a ser que se le fuese la mano en su particular orientación a los inversores extranjeros a ese respecto.

Para que un Gobierno caiga en unas elecciones tiene que hacerlo mal y tener enfrente una alternativa solvente. Lo primero, para desgracia de Rajoy, ofrece pocas dudas; lo segundo, cuando menos, exige más tiempo. De entrada, porque falta mucho para las elecciones generales, que es donde puede caer o no el Gobierno del PP. Otra cosa distinta sería que cayese antes Rajoy y el PP acudiera a las generales con Feijóo o Soraya al frente. @J_L_Gomez

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