¿Por qué los gobiernos no ven relación causal entre la investigación de hoy y el mañana?

Concepción González-Bello.
Concepción González-Bello.

El equipo de investigadores de la profesora Concepción González-Bello ha logrado "bloquear" el proceso vital de las bacterias causantes del cáncer de estómago y de la tuberculosis.

¿Por qué los gobiernos no ven relación causal entre la investigación de hoy y el mañana?

El equipo de investigadores de la profesora Concepción González-Bello ha logrado "bloquear" el proceso vital de las bacterias causantes del cáncer de estómago y de la tuberculosis.

No sé decir qué importancia tendrá en el futuro el descubrimiento del equipo de investigadores de la Universidad de Santiago coordinado por la profesora Concepción González-Bello, que han logrado "bloquear" el proceso vital de las bacterias causantes del cáncer de estómago y de la tuberculosis. Pero, parafraseando al astronauta Neil Amstrong,  presiento que este logro conocido la semana pasada puede representar un pequeño paso para el hombre y un salto cualitativo para la humanidad. 

Lo que está fuera de toda duda es que esta investigación fue posible gracias al trabajo tenaz,  siempre abnegado y poco reconocido de un grupo de científicos que en la soledad de las bibliotecas y en el silencio de los laboratorios escudriñan el cuerpo humano y abren el camino a nuevos saberes que aportan remedio a nuestras enfermedades y calidad a nuestras vidas.

Por eso da mucha lástima la situación tan precaria por la que atraviesa la investigación. El verano pasado, miles de científicos salieron a la calle en varias poblaciones de España -también en Galicia- en manifestación pacífica bajo la pancarta "sin ciencia no hay futuro" para denunciar el descenso del 40 por cien de la inversión pública en investigación desde 2009, lo que está conduciendo al colapso de la ciencia española y produciendo una fuga de cerebros sin precedentes. 

Esa falta de recursos se nota especialmente en la situación agónica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, un lugar lleno de talento y de trabajo bien hecho, en el que se investiga en medicina, biología, tecnología y se trabaja en líneas de investigación que son determinantes para el futuro del país.

La misma precariedad económica la padecen otros centros de investigación y las propias  universidades. Las doctas instituciones, la USC incluida, están a dos velas y se ven impotentes para cumplir con la misión de la investigación, que es una de las razones que justifica su existencia. Por eso, con tan poco dinero para la ciencia que obliga a recortar presupuesto y reducir contratos, el descubrimiento del equipo de la profesora González-Bello parece un milagro caído del cielo.    

Lamentablemente, los gobiernos -y los políticos, salvo honrosas excepciones- no ven ninguna relación causal entre la investigación de hoy y el desarrollo y la prosperidad del mañana. Son tan torpes que no saben que sin investigación ningún país -España y Galicia tampoco- tiene futuro.

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