Un escándalo de OHL provoca daño a la imagen de marca de España en México

Viaducto del Bicentenario en el Estado de México. / Bloomberg
Viaducto del Bicentenario en el Estado de México. / Bloomberg

Dimite el secretario de Comunicaciones del Estado de México, al que la empresa española pagó unas vacaciones en el exclusivo Fairmont Mayakoba de Playa del Carmen.

 

Un escándalo de OHL provoca daño a la imagen de marca de España en México

Dimite el secretario de Comunicaciones del Estado de México, al que la empresa española pagó unas vacaciones en el exclusivo Fairmont Mayakoba de Playa del Carmen.

 

Las supuestas prácticas indebidas en la gestión de contratos por parte de la empresa española OHL México, puestas al descubierto en unas bochornosas  conversaciones telefónicas (https://www.youtube.com/watch?v=foy_C9TDmZk) entre ejecutivos de la firma constructora y destacados funcionarios de la Administración del Estado de México, están generando en las últimas semanas un escándalo de enormes proporciones que ha provocado el desplome del valor de la empresa española en el mercado bursátil mexicano y la suspensión de su cotización, con pérdidas que han llegado a casi el 22%, o lo que es lo mismo, más de 11.000 millones de pesos. También ha tenido su repercusión en la Bolsa española.

Pero lo que aún es peor, el daño que este asunto está provocando en la imagen de marca de España, donde entre la clase empresarial local se extiende la idea de que este tipo de prácticas se han generalizado entre las firmas extranjeras desde que el PRI retomara el poder después de 12 años de gobiernos de los conservadores del PAN.

La dimisión ayer domingo de Apolinar Mena Vargas como secretario de Comunicaciones del Estado de México -multado además con 189.000 pesos- es un capítulo más del escándalo que representó hacerse públicas hace unos días las conversaciones en las que gestionaba sus vacaciones en el exclusivo hotel del grupo OHL en Playa del Carmen Fairmont Mayakoba. Unas vacaciones que costaron unos  124.000 pesos (unos 7.200 euros) durante varios días el pasado mes de diciembre.

Todo este asunto tiene su origen en  unas conversaciones anteriores en las que se pone al descubierto el sistema de fraude y sobrecostes urdido por la empresa española. “Nos estamos pasando de pistolas, ¿verdad?”, preguntaba Pablo Wallentin, el CEO de OHL México y que dimitió hace una semana, al director técnico de la empresa, Jesús Campos. Hablaban del Viaducto Bicentenario, una obra destinada a descongestionar el tráfico en el Estado de México y que fue encargada por Peña Nieto cuando éste era gobernador de ese Estado. Una construcción que debió haber costado 4.000 millones de pesos, pero que superó los 9.000. Para recuperar ese desfase se aumentó hasta un 30% el coste del peaje, siete veces la inflación del país.

La empresa de Villar Mir es, junto a BBVA, Santander y Movistar, líder de capital español en el país norteamericano. Sólo en el Estado de México tiene concesionados 206 kilómetros de los 345 totales, además de operar en el aeropuerto internacional de Toluca, la capital de este Estado.

OHL ha salido al paso de la publicación de estas conversaciones argumentando que se trata de audios editados, aunque reconociendo las voces como de sus ejecutivos. Un argumento que nadie cree. Lo cierto es que la pregunta que todo el mundo se hace ahora aquí es: ¿Quién filtró las conversaciones? Difícil respuesta, aunque el malestar que se ha generado en la clase empresarial local por la fuerte penetración de capital español en el campo de las infraestructuras y la energía podrían darnos alguna pista.

En todo caso, y al margen de este asunto, algo habrá que hacer para detener este desprestigio que afecta a las empresas españolas, que siempre han gozado de una buena imagen y de la alta capacidad de sus profesionales.

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