Carlos Herrera le da la vuelta al columpio con su selfie ante la sala Bataclan

Selfie de Carlos Herrera ante la sala Bataclan. / Twitter
Selfie de Carlos Herrera ante la sala Bataclan. / Twitter

Una tragedia como la vivida en París casa mal con un selfie y ya no digamos con el postureo, por lo que el comportamiento de Herrera tiene difícil explicación.

Carlos Herrera le da la vuelta al columpio con su selfie ante la sala Bataclan

Una tragedia como la vivida en París casa mal con un selfie y ya no digamos con el postureo, por lo que el comportamiento de Herrera tiene difícil explicación.

El pasado viernes el terror se apoderó de la capital francesa tras la sucesión de varios atentados por parte del llamado Estado Islámico. En ese momento las principales televisiones privadas españolas optaron por seguir con su programación – principalmente telebazofia – y no dieron cobertura ni informaron sobre lo que estaba sucediendo en París. Solo el canal público 24 Horas y la privada 13Tv entendieron la gravedad de lo que estaba sucediendo y que los espectadores demandaban información puntual.

Las principales cadenas de radio sí que, una vez más, estuvieron a la altura de las circunstancias informado a sus oyentes. Y, por supuesto, a través de internet, redes sociales y medios digitales se pudo tener conocimiento de como se estaban desarrollando los trágicos acontecimientos fruto de la barbarie terrorista.

Pero el domingo todos los medios de comunicación se subieron al carro y se apresuraron a enviar a sus pesos pesados a emitir sus programas en directo desde París. Y el bochorno no se ha hecho esperar.

Hasta el momento el  ridículo más destacado – y que ya ha incendiado las redes sociales – ha sido el protagonizado por Carlos Herrera, director del matinal rafiofónico ‘Herrera en COPE’, quien en la noche del domingo se hizo un selfie delante de la sala de conciertos Bataclan, uno de los lugares donde se vivieron horas de terror y de muerte.

En dicho selfie, el periodista intenta poner cara de compungido delante de cientos de velas, ramos de flores y mensajes de duelo para convertirse en lo que nunca debe hacer un profesional, como es querer ser el protagonista de la noticia. Una tragedia como la sufrida en París casa mal con un selfie y ya no digamos con el postureo. Y si cogemos la foto y nos fijamos solo en la cara del periodista, más bien da la impresión de que bien podría estar sentado en el w.c. o de acabar de salir de tomar copas en un puticlub.

Ante sucesos tan graves como los que se han vivido en la capital francesa, la población necesita y demanda información veraz y contrastada, no espectáculos mediáticos patéticos de dudoso gusto y de nulo interés informativo. @AleguimaD

Este artículo ha sido publicado en el blog del autor Con dos cubitos

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