El Banco Central Europeo vuelve a tener un amplio margen de compra de activos

Sede del Banco Central Europeo.
Sede del Banco Central Europeo.

Al existir rendimientos más elevados, puede comprar activos a un precio más barato, obtener beneficios y contribuir a la caída de los rendimientos, obteniendo así nuevos beneficios por ganancias de capital.

El Banco Central Europeo vuelve a tener un amplio margen de compra de activos

Al existir rendimientos más elevados, puede comprar activos a un precio más barato, obtener beneficios y contribuir a la caída de los rendimientos, obteniendo así nuevos beneficios por ganancias de capital.

Durante el mes de mayo estamos asistiendo a episodios de elevada volatilidad en los mercados de renta fija, especialmente en el de deuda soberana europea y, más concretamente en la zona euro.  Las tensiones existentes en este mercado, incubadas desde hace varios meses, están comenzando a ponerse en evidencia. Esta circunstancia está teniendo, y previsiblemente tendrá, incidencia en los tipos de interés de largo plazo e, incluso en los de corto. 

El BCE anunció hace un par de meses (en marzo) lo que era un secreto a voces entre los inversores: su plan de compras masivas de bonos. Para entonces, los tipos de interés de la deuda soberana de la zona euro ya se habían situado en niveles históricamente mínimos. Esos rendimientos estaban alejados  de la actual coyuntura económica de la región. En cualquier caso, dado que el BCE prometió adquirir mensualmente 60.000 millones de euros de deuda soberana, los inversores hicieron grandes compras de un bien que sabían quién iba a ser el comprador final, por lo menos  hasta septiembre de 2016, fecha en que finalizan las compras por parte del BCE.

En este contexto, las cosas han ido cambiando durante mayo. Dado que los precios eran muy elevados (las rentabilidades muy bajas o negativas), todo apuntaba a que nos encontrábamos dentro de una burbuja de activos. Como suele ocurrir en los mercados financieros, las causas de la presente corrección hay que buscarlas en diversos factores. En primer lugar, la tensión que genera Grecia, ya que no se alcanza una solución. En segundo término, se consolida un sentimiento de mejoría económica de la zona euro y, en consecuencia, un ligero aumento de precios, ayudado también por el encarecimiento del petróleo. Si esta circunstancia se acelerara, existiría una posibilidad de que el BCE finalizara antes de lo previsto su programa de compras de deuda. Por último, aumenta el convencimiento de que la Reserva Federal subirá este año los tipos de interés en EE.UU, a pesar de que el crecimiento del primer trimestre es inferior a lo esperado. Ello impulsa al alza la rentabilidad del bono estadounidense a diez años, contagiando a la deuda de la zona euro a largo plazo.

En este contexto, los mercados están corrigiendo rápidamente desde los máximos de abril, cuando las consecuencias de las compras del BCE alcanzaron su máxima expresión. En aquel momento, según diferentes fuentes, más de 2,5 billones de euros de deuda pública de la zona euro cotizaban con tipos de interés negativos. Actualmente, esa cifra se ha reducido hasta 1,9 billones.

En el actual contexto, el BCE vuelve a tener un amplio margen de compra. Al existir rendimientos más elevados, la institución europea puede comprar activos a un precio más barato, obtener beneficios y contribuir a la caída de los rendimientos, obteniendo así nuevos beneficios por ganancias de capital. 

En Zincapital pensamos que la volatilidad de este mercado será significativa durante las próximas semanas. Los efectos de dos fuerzas contrapuestas (el BCE y los inversores institucionales) provocarán movimientos pendulares en la rentabilidad de estos activos y, en consecuencia, en sus precios.  Otro factor que influirá será el elevado volumen de emisiones que los tesoros europeos tendrán que realizar en mayo, elevando así la oferta disponible. Los efectos sobre la financiación por el momento no se dejarán notar, pero es evidente que una mayor volatilidad de los mercados de financiación de las entidades bancarias dificultará su función de correa de transmisión desde los mercados de capitales hasta las PYMES y el mundo empresarial en general.

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