La afición del Cacereño, en pie de guerra contra el césped artificial en su estadio

Estadio Príncipe Felipe, propiedad del C.P. Cacereño.
Estadio Príncipe Felipe, propiedad del C.P. Cacereño.

Abonados y aficionados de la entidad han iniciado una recogida de firmas contra la decisión de los nuevos gestores mexicanos, que renuncian al mantenimiento del césped natural por "rentabilidad".

La afición del Cacereño, en pie de guerra contra el césped artificial en su estadio

El sector más ‘romántico’ de la afición del Club Polideportivo Cacereño, equipo del grupo IV de Segunda División ‘B’, ha iniciado una peculiar campaña para que los nuevos gestores de la sociedad anónima deportiva, con la mexicana Ana María Macías a la cabeza, den marcha atrás en su decisión de instalar césped artificial en el terreno de juego principal del Estadio Príncipe Felipe para la próxima temporada. Un anuncio que realizaron este pasado jueves.

Como consecuencia de éste, a través de la plataforma change.org, los ciudadanos están llevando a cabo una recogida de firmas para instar al club a que reconsidere su postura. Aunque, deportivamente hablando, el equipo no pasa por su mejor momento (podría acabar la jornada en puestos de descenso directo a Tercera al término de esta jornada tras perder su partido adelantado del pasado jueves), lo cierto es que el anuncio de instalar esta superficie como terreno de juego ha sentado como un jarro de agua fría entre muchos de los aficionados. Tal es así que la preocupante situación deportiva ha pasado a un segundo plano para un amplio sector de la grada, más preocupado ahora por salvaguardar la imagen institucional y los valores de un club casi centenario.

“El decano del fútbol extremeño no puede caer en la vulgaridad y renunciar a una de las esencias de este deporte, como es el césped natural en la superficie de juego”, reza alguno de los puntos de la petición.

Los aficionados del club dicen entender que se trata de una sociedad anónima deportiva con pleno poder ejecutivo para quien tiene el grueso de las acciones, pero piden, no obstante, que los nuevos gestores reconsideren una decisión que ha sido adoptada, dicen, sin el consenso de los que, a la larga, dan sentido al negocio, como son los propios aficionados y abonados.

Ver fútbol cada 15 días en césped artificial, sostienen, “sería la peor de las condenas, más, incluso, que un descenso de categoría”. Algunos aficionados manifiestan, además, que, “en este tipo de instituciones, algunos valores deben estar por encima de la mera rentabilidad económica”.

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