La violencia del fútbol se consolida como tema tabú de la comunicación institucional

¿Se es aficionado 'de segunda' si el equipo al que se apoya es de otra comunidad autónoma? Eso mismo es lo que se preguntarán los peñistas del Atlético de Madrid de varias localidades pacenses que el pasado se sábado se desplazaron hasta la capital estatal para participar en el 'Día de las peñas' del club colchonero. Lo que en principio estaba destinado a ser un día para el recuerdo, con una jornada de convivencia y un 4-0 al Sevilla como guinda, se tornó para muchos de ellos en una emboscada, ya de madrugada, cuando volvían de regreso a casa y fueron agredidos en el restaurante de un área de servicio de la A-5 a la altura de Almaraz (Cáceres) por radicales sevillistas.

Esta columna no pretende hacer una mera recapitulación de hechos, ya por casi todos conocidos, sino ir más allá y lanzar una reflexión al aire. ¿Han estado los respectivos clubes a la altura de las circunstancias en lo que a la comunicación se refiere? Cotejando las páginas webs de ambos equipos, así como sus cuentas oficiales de Twitter, se echan en falta alusiones al respecto; de condena, por parte sevillista, y de consuelo y amparo a los peñistas agredidos, por parte atlética. Tampoco han aparecido palabras de los responsables institucionales en los medios de comunicación. No obstante, ni un mensaje ni otro podrían hacer olvidar a estas familias el mal rato pasado, afortunadamente sin ningún herido de gravedad, pero una deferencia con éstas sí haría de estos clubes y del mundo del fútbol en general algo más humano y cercano.

Las muestras de apoyo a los peñistas y de condena de la violencia no han faltado en foros de aficionados, pero es significativo que a nivel institucional se quiera mirar para otro lado cuando este farragoso asunto entra en escena. Solo plantando cara y condenando a los que las promulgan se puede acabar con este tipo de actitudes violentas. Escurrir el bulto y hacer 'mutis por el foro' es solo pan para hoy y hambre para mañana... La violencia que rodea al mundo del fútbol se consolida como tema tabú en las altas esferas.