#UrbanAudit: el último estudio del INE sobre las ciudades españolas es una 'bomba'

Pazo de Raxoi, sede del Ayuntamiento de Santiago de Compostela. / Wikipedia
Ayuntamiento de Santiago de Compostela. / Wikipedia

El informe rompe los esquemas sobre las ciudades con mayores ingresos de España y pone de relieve el grave problema demográfico y la dualidad norte-sur que vive el país. 

#UrbanAudit: el último estudio del INE sobre las ciudades españolas es una 'bomba'

El informe rompe los esquemas sobre las ciudades con mayores ingresos de España y pone de relieve el grave problema demográfico y la dualidad norte-sur que vive el país. 

El Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de publicar el informe Urban Audit (Indicadores Urbanos), que es una especie de adaptación de un estudio europeo iniciado en los años 90. Este martes, antes de acostarme, leí por encima el informe y me sorprendí al ver datos que rompieron absolutamente todos mis esquemas. 

Sobre todo, en lo que respecta a los datos de renta media neta por hogar en ciudades y áreas metropolitanas, no me pude creer que en los primeros puestos del ranking se sitúen ciudades poco habituales, entre las que destaca mi ciudad natal Santiago de Compostela. ¿Santiago? ¿Por encima de Bilbao y codeándose con metrópolis como Madrid e incluso por encima de Barcelona? ¿Seguro?

Tuve que releerlo varias veces para ver que no se trataba de un error. Efectivamente, el informe, aunque sitúa en los primeros puestos a ciudades dormitorio de Madrid (donde duermen los directivos de las principales empresas de la capital), no es tan tópico como cabía esperar. Para mí ha sido una auténtica "bomba" dado que nadie podía esperar que regiones que tradicionalmente se asocian con un nivel menor de renta (que no de poder de paridad de compra) aparezcan ahora como de las de mayores ingresos netos por hogar. 

Deberemos esperar al análisis de los expertos económicos, sociales y demográficos para interpretar correctamente los datos del #UrbanAudit, pero tras realizar un primer ejercicio de observación, pude sacar algunas conclusiones. En primer lugar, queda claro que España tiene un problema demográfico de primer nivel y que está prácticamente extendido a todo el territorio, con la salvedad de la división norte-sur (el norte más envejecido y el sur más juvenil). 

En segundo lugar, están las pelas. El norte sigue siendo el que más dinero tiene en comparación con el sur. Salvo Ceuta y Melilla, no hay ciudades del sur situadas entre las que acaparan mayores ingresos. Son todas del centro o del norte peninsular. 

El coruñés Breogán escolta la torre del forastero Hércules.
El coruñés Breogán escolta la torre del forastero Hércules.

 

En cuanto al nivel de desempleo, también sucede lo mismo. El norte y centro se llevan la palma en cuanto a un menor número de parados. Pero llegados a este punto hay datos reveladores. Las grandes metrópolis españolas, Madrid y Barcelona, que son las que teóricamente tienen más y mejores oportunidades laborales por captar compañías multinacionales, no brillan respecto a otras mucho más pequeñas. Para hacernos una idea, la tasa de paro de A Coruña y Santiago son del 18% y 19%, respectivamente, mientras que las de Madrid y Barcelona se mueven en torno al 16%. Y esto sin tener en cuenta que en Santiago, por ejemplo, el desempleo se ha reducido en cinco puntos en solo el último año y que en 2010, en plena crisis, apenas había un 9% de paro. ¿Hay algo de esperanzador en las ciudades medianas que las grandes no son capaces de ofrecer? 

Quizás a esta pregunta pueda dar respuesta otra de las claves del informe: el tímido pero paulatino aumento de personas de hasta 14 años en las ciudades medianas, que en las grandes urbes sube a un ritmo más lento. ¿Están migrando las parejas a ciudades más pequeñas para tener una mejor calidad de vida y, por tanto, contribuir a un nuevo boom demográfico? Si esto fuera así, la economía podría estar experimentando el comienzo de una nueva etapa. Un cambio de modelo. 

Por tanto, este informe, a la luz de los datos que acabamos de conocer (y a la espera de un análisis más profundo de los expertos), podría ser una auténtica "bomba" que revelara que los españoles ya están cambiando efectivamente el modelo económico y social del país, sin esperar a una estrategia diseñada y coordinada por el Gobierno central. Los países avanzados suelen tener una mayor sensibilidad por el desarrollo demográfico de sus pueblos porque saben que ello influye directamente en la economía. Pero en España, Rajoy quizás piense que todos nos relacionamos mediante pantallas de plasma. Y así nos va.

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