La temporada nefasta termina con la derrota de Argentina en el Mundial
Mi amigo Julito y yo, siempre unidos, no estamos habituados a perder. Para nosotros la temporada nefasta se cerró el domingo con la derrota de Argentina en Maracaná.
Mi amigo Julito y yo, siempre unidos, no estamos habituados a perder. Para nosotros la temporada nefasta se cerró el domingo con la derrota de Argentina en Maracaná. Por si fuera poco, casi todos mis nietos iban por Alemania. Ya me dirán.
No vayan a creer que soy germanófobo. Al contrario, fui muy germanófilo pero en mi remota adolescencia.
Alemania, por otra parte, se proclama campeona del mundo por cuarta vez con todos los merecimientos, aunque la final se desarrolló tosca y soporífera.
La única novedad, que una selección europea se lleva la antigua Copa Jules Rimet pese a disputarse en América. Porque la desfeita brasileira sólo viene a confirmar la fatalidad –si hubiese fatalidad- de hacer el ridículo en casa.
Nuestra tabla de salvación es que tanto si ganaba la Argentina de Messi, como la Alemania convertida al guardiolismo, todo quedaba en Can Barça.