Los españoles siguen sin saber lo que cuesta de verdad sostener la Corona

El presupuesto de 7.775.040,00 euros que se conoce oficialmente supone una mínima parte del coste real, sufragado desde los ministerios de Presidencia, Defensa, Exteriores, Interior y Hacienda.

Ahora que andamos a vueltas con lo de la transparencia resulta sencillamente indignante que tanto la Casa Real como el Gobierno persistan en ofrecer a los ciudadanos una información falsa e incompleta sobre el costo de la Monarquía, fajándose en el equívoco dato de que la institución tiene asignados en 2014 un total de 7.775.040,00 euros, y que ello supone una merma de dos por ciento con respecto al presupuesto anterior. Es mentira.

Mantener la Corona cuesta más, mucho más.

Es una vergüenza que a los españoles nos tomen por idiotas y nos ofrezcan como gastos de la Casa Real el presupuesto específico de esta institución, con el que se pagan, aparte de los gastos y sueldos de la familia, a 17 y solamente a 17 funcionarios. El resto de lo que cuesta la Corona lo pagan en diversas partidas y conceptos Presidencia, Defensa, Exteriores, Interior y Hacienda y Administraciones Públicas.

Si saben que todos lo sabemos, ¿por qué mantener la ficción, por qué no reconocerlo de una vez?

En la Casa del Rey están 135 trabajadores, que asume el Ministerio de la Presidencia a través del programa de los Presupuestos  denominado “Apoyo a la gestión administrativa de la Jefatura del Estado”, lo que supone del orden de los 7 millones de euros anuales. O sea, que sólo este capítulo ya duplica el presupuesto, falso presupuesto, que exhiben.

Además, dado que la familia se mueve y precisa atenciones en su residencia veraniega, se cubren otros “contratos de servicio”, cuya cifra crece cada año.

Presidencia paga bajo el epígrafe de  “Servicios a la Corona y actos de Estado”; es decir, las abundantes recepciones y otros actos protocolarios, partida que ha llegado a dispararse a los 16 millones. Con lo que finalmente, Presidencia  costea por encima de los 25 millones de euros anuales en “Apoyo a la Corona”, por lo menos.

Presidencia cubre las cuentas del Patrimonio Nacional, en torno a otros 25 millones de pesetas, que incluye la conservación de palacios y jardines. Y hasta sufraga los caprichos del anterior rey, como el pabellón para guardar sus trofeos y la famosa cinta de correr que se empeñó en adquirir y que costó a los españoles 14.065 euros.

La más secreta de todas las partidas es la Seguridad de la Corona y familiares directos. Se paga entre Defensa e Interior. Defensa corre con los gastos del Cuarto Militar y de los 1.500 efectivos de la Guardia Real, que cuesta a los ciudadanos en torno a los 45 millones de euros cada año. Y no hablemos del Parque Móvil (del que no existen datos fiables) con sus chóferes y servicios anexos, pero que paga el Estado, como servicios del su propio Parque Móvil, incluida la gasolina, sin control.

Entre los gastos más insólitos que cubrimos los contribuyentes destaca una partida de 2,2 millones, que se abonaron el pasado año a una empresa de seguridad privada, para complementar los numerosos efectivos que ya protegen a la Corona.

En resumen, el costo real de la Corona, aparte de su presupuesto específico, debería incluir la serie de partidas, unas a la vista y otras maquilladas en los presupuestos básicamente de cinco ministerios, recordemos: Presidencia, Defensa, Exteriores, Interior y Hacienda y Administraciones Públicas.

De la cuenta de Exteriores salen los gastos de los desplazamientos al extranjero, en tanto la familia cuenta gratis con los aviones de nuestra Fuerza Aérea para moverse dentro del territorio nacional. De vez en cuando, la reina emérita viaja en línea regular, pero gratis totalmente, para aparentar, cuando viaja a Londres, donde suele residir buena parte del año.

¿Cuánto cuesta de verdad la Monarquía? Los que lo saben lo dicen y se empeñan en ofrecer a los ciudadanos esa cuenta ficción; es decir, falsa; esto es, mentira.

Claro que la Corona cuenta, en cuestión de cuentas, con leales súbditos que la defienden, el más curioso es el peculiar diputado del PP Manuel Albendea, que suele gritar en la Cámara “Viva el Rey” en cuentas ocasiones se le presentan.

Este parlamentario llegó a decir que era un milagro que la familia real fuera capaz de mantenerse con los fondos que recibe del Estado. Además de insistir, según él, en lo barata que sale la Monarquía. Durante la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado para 2015 afirmó: “Más que recortar habría que ampliar el dinero destinado a la Jefatura del Estado. En concreto, debería habilitarse una cantidad ‘especial’ para dar a don Juan Carlos y a doña Sofía la jubilación de oro que se merecen”.  E incluso, si fuera falso, habilitando un impuesto especial para ello.

O sea, lo que faltaba.