Los republicanos bloquean el nombramiento de la fiscal general Loretta Lynch

Han pasado más de cuatro meses desde que nominé a Loretta Lynch para el cargo de Fiscal General de EE UU.  Durante 30 años, se ha destacado como una abogada fuerte, justa e independiente.

Uno de los cargos más importantes del gabinete del Presidente, y también para nuestra seguridad nacional, nuestras fuerzas del orden público y nuestro sistema de justicia penal, es el de Fiscal General.

Han pasado más de cuatro meses desde que nominé a Loretta Lynch para el cargo de Fiscal General de Estados Unidos.  Durante 30 años, Loretta se ha destacado como una abogada fuerte, justa e independiente.  Como Fiscal de EE. UU. del Distrito Este de Nueva York, llevó a cabo una serie de procesos legales contra los terroristas que planearon poner una bomba en el Federal Reserve Bank y el metro de la ciudad de Nueva York.  Ayudó a otorgar miles de millones de dólares en acuerdos para las personas que sufrieron a consecuencia de los actos de algunos de los bancos más grandes del mundo.  Ha recibido críticas por perseguir casos de corrupción pública.  Ha metido en prisión a algunos de los mafiosos y gángsters más violentos y famosos de Nueva York.  Y en todo momento ha trabajado de cerca con las fuerzas del orden público y las comunidades locales para hacer el trabajo.

En pocas palabras, tiene una cualificación excelente.  Por eso, hasta ahora, el Senado ha confirmado sin dudarlo la nominación de Loretta como Fiscal de EE. UU. en una de las oficinas más destacadas del país. Y no solo una vez, sino dos.

Aún así, hace más de cuatro meses que nominé a Loretta Lynch como Fiscal General. 

Y esta vez, los líderes del partido republicano en el Congreso ni siquiera permiten que la nominación se someta a voto.  De hecho, el lunes, Loretta habrá estado a la espera en el pleno del Senado durante más tiempo que los siete fiscales generales anteriores combinados.  Déjenme que lo repita. Habrá estado esperando un simple sí o no en el pleno del Senado durante más tiempo que los siete fiscales generales anteriores combinados.

Nadie puede decir que le falten cualificaciones.  Nadie dice que no pueda hacer el trabajo.  Los senadores de ambos partidos dicen que le apoyan.  Es pura política.  En primer lugar, los republicanos bloquearon su nominación porque estaban disgustados por las acciones que tomé para hacer nuestro sistema de inmigración que no funciona mejor y más justo.  Ahora se niegan a votar hasta que descubran cómo aprobar un proyecto de ley acerca de un tema que no tiene ninguna relación con esto.  Pero podrían someter su nominación a voto en cualquier momento. 

Los republicanos prometieron que el Congreso funcionaría sin problemas cuando tuvieran el control.  Ahora tienen la oportunidad de demostrarlo.  El Congreso debería dejar de jugar a hacer política con las leyes del orden público y con la seguridad nacional.  Deberían apoyar a la gente buena en ambos partidos que quieren reformar nuestro sistema de justicia penal.  Y eso significa que deberían acabar con el proceso de confirmación más largo en las últimas tres décadas para un Fiscal General y someter a voto a Loretta Lynch.