¿Quién forzará a Angela Merkel a cambiar de política antes de hundirnos?

Mariano Rajoy se equivoca de estrategia al alinearse con un país como Alemania cuyos intereses nada tienen que ver con los españoles. Pero Rajoy tampoco es tan decisivo. ¿Quién lo es?

Por sorprendente que parezca, Juncker puede ser una esperanza para los europeístas. Incluso Draghi. Ambos tienen fama de ser hombres de paja de Angela Merkel pero es tal la presión que ejerce la canciller que la Unión Europea se ha convertido en una olla a presión. Su política de austeridad no funciona, cada vez hay más parados y si bien es verdad que eso poco o nada les importa a las grandes corporaciones ni tampoco a Alemania, a todos los demás sí. Porque sufren, no por otra cosa. No es nada personal.

Mariano Rajoy se equivoca de estrategia al alinearse con un país como Alemania cuyos intereses nada tienen que ver con los españoles. Pero Rajoy tampoco es tan decisivo. Ni siquiera sale en las fotos de los líderes de Europa. ¿Quién lo es? Sin duda, el referente de otra política es el francés Hollande, pero solo tampoco llegará lejos. Cuenta con el apoyo relativo del italiano Renzi pero no le llega. Precisa reunir más voces a su lado. En buena lógica, Rajoy debería estar alineado con Hollande, porque a España le interesa más lo que propone Francia que lo que impone Alemania. Se lo ha dicho Antón Costas, catedrático de Economía de la Universidad de Barcelona: "Alinearnos con las posiciones alemanas puede ser políticamente conveniente, pero es malo para la economía (española)".

¿De dónde pueden venir los impulsos para el cambio? ¿Quién forzará a Merkel a cambiar de política antes de hundirnos todos los europeos que no somos alemanes? El presidente del Círculo de Economía cree que vendrá de la presión de la sociedad civil y de las políticas de la UE. De Berlín -a ver si se entera Rajoy- no va a venir. En el fondo, a Alemania no le va mal mantener su hegemonía en Europa. Y a sus inversores y banqueros, tampoco.